Rosario Central no pudo llegar de mejor manera que esta a la 7ª fecha del Apertura. Habiendo ganado 5 partidos sobre 6 (perdió el restante), encaramado hasta antes de iniciarse la jornada en soledad en la punta de la tabla y con el envión anímico insoslayable de venir de ganar el partido esperado por los hinchas desde hace 22 años: el clásico ante Newell's en el Parque. Con semejante prólogo, no hay ninguna duda de que esta noche el Gigante de Arroyito estará a full, como en tantos otros buenos tiempos. La hinchada auriazul parece haber tocado el cielo con las manos. Cuando parecía que la temporada pintaba sólo para preocupaciones por el descenso, ahora ve que la posibilidad del título no parece una mera utopía, pese a que es muy prematuro pensar en eso. Es que, si bien hoy Central sigue en la zona de promoción, el equipo le dio motivos como para trazar objetivos más importantes. Menotti logró que los jugadores incorporen sus ideas y las plasmen sobre el campo de juego. Con ellas, hasta el momento le ha alcanzado con creces para imponerse sobre los rivales de turno, ante los que se ha mostrado contundente y práctico. Sólo ante Olimpo no ha podido hacer valer la superioridad que ha insinuado y concretado en cada una de sus presentaciones y en la última de ellas, una verdadera prueba de fuego porque no sólo se trata del clásico sino que Newell's llegaba muy bien, también aprobó. Demasiados avales entonces para un equipo que empezó con toda la carga de angustia y se la fue sacando a medida que los resultados llegaron por obra de una concepción del juego que hasta ahora le ha resultado efectiva, frente a rivales que, excepto los rojinegros, no ofrecieron un bagaje futbolístico como para anularla. Central llega al compromiso de esta noche con todas las luces encendidas y el equipo confirmado, con los mismos once del último encuentro, lo que habla también de que no hace falta bisturí. Hasta ayer cabía la duda por la recuperación del tobillo de Paulo Ferrari, lesionado por Cristián Domizi en el clásico, pero el lateral derecho practicó bien y fue confirmado. Hasta el banco de suplentes, aunque no fue confirmado, sería el mismo, con Manchado, Mariano González, Gustavo Barros Schelotto, Arriola y César Delgado, otro indicio de que las cosas marchan sobre rieles por Arroyito. Enfrente se las verá con un Vélez dolido por la derrota sobre el final ante Independiente pero que viene mostrando cosas interesantes y dio indicios de recuperar la solidez de años anteriores, si bien no podrá contar esta noche con un delantero clave como Darío Husain. La mesa está servida, el menú es muy bueno, sólo falta que Central digiera bien el postre. Todo está listo para eso.
| |