Si los estudiantes quieren el boleto a 20 centavos, parece que van a tener que poner manos a la obra. Al menos eso sugirió el intendente municipal Hermes Binner, quien tras asegurar que "la plata hay que sacarla de algún lado", lanzó su propuesta: "Los chicos pueden organizar rifas y colectas para hacer su aporte".
Y claro que a los empresarios del transporte público de pasajeros no les hace demasiada gracia la idea de sumar una rebaja a la que ya existe en el pase que diariamente utilizan casi 50 mil estudiantes. "Esta disminución sólo se puede llevar adelante si hay una compensación", advirtió el titular de la Cámara del Transporte Urbano de Pasajeros (Cetup), Nelso Manenti.
Es que durante la última sesión del Concejo Municipal los ediles aprobaron un decreto por el cual le solicitaron al Departamento Ejecutivo que realice un estudio técnico económico para estudiar la posibilidad de llevar el pase estudiantil de 32 centavos a 25. Y además pidieron que se implemente para el pasaje estudiantil el pago a través del sistema de cambio justo.
Lo cierto es que los alumnos comenzaron a reclamar una rebaja en su pase para el transporte público a mediados de agosto pidiendo que el precio descendiera a sólo 5 centavos. Pero tras participar de varias reuniones de la comisión de Servicios Públicos del Palacio Vasallo, ahora sólo piden llevar el precio a 20 centavos y prometen instalarse en la puerta el Palacio de los Leones si la Municipalidad rechaza el pedido.
"Hay que buscar los recursos"
Si bien el intendente no se jugó ni por el sí ni por el no a la rebaja, aclaró ayer que "para que la propuesta sea viable hay que buscar los recursos en algún lado, porque el gas oil viene aumentando y también todos los insumos vinculados a los repuestos. Una posibilidad es aumentar la tasa municipal -continuó- pero no creo que la gente esté dispuesta a pagar más. Este es sólo un ejemplo, pero la plata tiene que salir de algún lado para poder pagar lo que otros no pagan", advirtió.
Pero el intendente no sólo invitó a los estudiantes a "buscar alternativas", sino que además se permitió lanzar una sugestiva propuesta: "Se podrían poner a hacer colectas y rifas para hacer su aporte al transporte, o pensar otras alternativas. Los chicos pueden hacer cualquier actividad económica que les permita recaudar dinero para que el boleto sea más barato, porque es también un acto de solidaridad".
Claro que la propuesta del Concejo Municipal no cayó muy bien entre los transportistas. Y en ese sentido, el titular de la Cetup fue contundente: "No se puede regalar más nada. Porque los estudiantes ya pagan un mínimo, pero dentro de los costos que tiene hoy sostener el sistema de transporte, es bastante significativo".
Para Manenti, "tiene que haber una compensación por la disminución del precio que los estudiantes proponen, porque de otra manera el transporte no se sostiene. Porque alguien va a tener que pagar lo que los chicos van a dejar de pagar".
Es que los empresarios del transporte aseguran que al aumento de precios del gas oil y de los repuestos no se le puede sumar esta rebaja en el costo del boleto de los estudiantes.
Por eso, ya están planeando reunirse los primeros días de la semana próxima con el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Miguel Lifschitz, para "saber cómo piensan encarar el tema en adelante".
El titular de la cámara que nuclea a los empresarios recordó que "la de los estudiantes ya es una franquicia que nos cuesta llevar adelante. Por eso, más allá de lo que pretendan los estudiantes, hay que ver cómo la Municipalidad va a compensar esa rebaja".
"Esto nos afectaría en principio en la recaudación de todos los días -agregó Manenti-. Pero además, ya venimos sufriendo los aumentos del combustible, porque si bien el gas oil todavía sigue siendo diferencial, ya subió de 75 a 85 centavos el litro".
Y lo cierto es que no es la primera vez que las franquicias se convierten en un problema. Tras la devaluación que se produjo en enero pasado y la negativa a aumentar el precio del boleto, los transportistas comenzaron a reclamarle a la Municipalidad "la suspensión de todas las franquicias". Y aseguraban que el transporte sólo podía seguir funcionando si estudiantes, jubilados y discapacitados comenzaban a abonar los 75 centavos que cuesta el boleto.
Ahora el precio del pase estudiantil quedó en manos del Ejecutivo municipal y, según lo aprobado anteayer en el Palacio Vasallo, Binner tendrá sólo siete días después de la promulgación del decreto para dar una respuesta.