El ministro de Economía, Roberto Lavagna, recibirá hoy al jefe del caso argentino en el Fondo Monetario Internacional (FMI), John Thornton, con quien analizará la restructuración del sistema bancario y la emisión de bonos provinciales.La misión del FMI que arribó ayer a Buenos Aires tiene previsto trabajar hasta pasado mañana y luego regresará a Washington para elevar un nuevo informe al directorio del organismo que puede ser decisivo en el futuro de las negociaciones. Thornton está acompañado por el sueco Stefan Ingves, jefe de Asuntos Monetarios y Cambiarios del FMI, quien apuntará su labor a interiorizarse de la situación del BCRA, el programa monetario redactado por la Argentina y el impacto de la continua emisión de bonos provinciales. La demora en la firma del acuerdo con el FMI, que incluiría un programa para rescatar las cuasi-monedas, pone en riesgo la situación de varias provincias que no pueden frenar la emisión de bonos para sostener sus desequilibrios. Ingves estudiará detenidamente esta situación y no habría que descartar que recomiende duras restricciones en este sentido para firmar el acuerdo. Si bien la misión surgió luego de que el FMI frenara las tratativas con la Argentina aduciendo falta de "consenso político" y planteando objeciones por fallos judiciales y decisiones del Congreso, el gobierno lo pudo recibir con una buena noticia, el alza de la recaudación.Este resultado le permite al gobierno exhibir cierta estabilidad en el terreno fiscal, el talón de Aquiles de la economía argentina. Si no se computaran los ingresos por retenciones a las exportaciones y por el efecto de la inflación, los ingresos -en términos reales-, hubieran sido menores a los registrados en igual mes de 2001, lo que mostraría la magnitud de la recesión. De allí que ahora la preocupación del FMI estará centrada en la reestructuración del sistema financiero, base de un futuro crecimiento que apuntale las posibilidades de reactivación y por ende una mayor capacidad del país para reanudar los pagos de la deuda externa, actualmente suspendidos.Con el fin de mostrar la predisposición del gobierno para acatar los pedidos del FMI, Lavagna realizó su primera jugada. La semana pasada le envió una carta a los bancos oficiales invitándoles a iniciar un proceso reducción de sucursales.
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