La presión por el desenlace del juicio político a la Corte Suprema apuntó de lleno en el bloque de diputados de la UCR, que como consecuencia de la aritmética política del Congreso tiene la llave para definir el éxito o el fracaso de la sesión especial que impulsa el justicialismo para terminar con el proceso contra los jueces.
La sesión especial tiene fecha y hora: el jueves a las 11.30, según la agenda fijada ayer por el presidente de la Cámara, Eduardo Camaño.
Detrás de la jugada coincidieron el menemismo y el duhaldismo que, con diferentes motivos, quieren cerrar el proceso contra los magistrados.
Pero el justicialismo, que sólo tiene el acompañamiento incondicional de una veintena de diputados provinciales, carece de número suficiente para iniciar la sesión en soledad.
Por lo tanto, desde que la semana pasada se resolvió pedir una sesión especial, las miradas comenzaron a posarse en los movimientos del bloque radical.
Negativa con grietas
Hasta la semana pasada, los legisladores de la UCR respondían unánimemente que, por mandato del Comité Nacional, iban a negar cualquier contribución al quórum a menos que se asegurara el voto afirmativo a la Corte Suprema. El fin de semana, sin embargo, la posición comenzó a mostrar grietas.
El dato más sugestivo fue la aparición de Raúl Alfonsín, quien se definió a favor de una resolución del juicio (ver aparte). En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de la Cámara baja, Fortunato Cambareri, aunque reconoció que su posición era minoritaria en su bancada.
El grupo de diputados de la UCR que oportunamente estuvo ligado al delarruismo, como Mario Capello o Jorge Pascual, aparece como el blanco preferencial de la seducción oficialista, que tiene como objetivo sumar diputados en las butacas.
El ARI y el resto de las fuerzas de izquierda, en cambio, se muestran irreductibles en su negativa, ya que consideran que habilitar la sesión tendría como resultado inmediato la absolución de los jueces.
La presión que recayó sobre los radicales encontrará hoy una jornada clave. Al mediodía se reunirá el Comité Nacional de la UCR con las autoridades de la mesa del bloque y, aunque está fuera de la agenda oficial, el juicio será parte de la discusión. Por la tarde, todos los legisladores radicales volverán a debatir su postura en la Cámara de Diputados.