Una audiencia pública convocada por el Concejo resolvió ayer impulsar la creación de un "organismo de acción y control" con representantes de Rosario y municipios vecinos para exigir un plan de obras definitivo que repare los accesos a la ciudad. Si el éxito de una convocatoria de ese tipo se mide por el número de asistentes, difícilmente pueda decirse que se trató de un logro, ya que fueron menos de 30 personas. Si se toma en cuenta la presencia de figuras con autoridad en la materia, la cosa tampoco anduvo mejor: a la audiencia fueron ocho concejales, la titular de Obras Públicas municipal, Patricia Sandoz, y algunos funcionarios de localidades vecinas, pero brillaron por su ausencia los responsables de la provincia y la Nación. Sin embargo, quienes asistieron no se cansaron de recordar "las pérdidas de vidas humanas y materiales" que ya ocasionó el deterioro de los accesos. El reclamo de un cronograma de obras para buena parte de la red vial metropolitana parece el cuento de la buena pipa. Su estado -sobre todo de Circunvalación- "desastroso" fue un diagnóstico unánime. El concejal Héctor Ríos, autor de la convocatoria, fue de los primeros en hablar. "Esperaba que la audiencia fuera más masiva, con funcionarios nacionales y provinciales, y más representantes de los sectores productivos", dijo. Tanto Ríos como la titular del cuerpo, Luisa Donni, el diputado provincial Pedro Giardini y Patricia Sandoz hicieron un prolijo racconto de los proyectos e infructuosas gestiones que buscaron dar curso a las obras, con resultados infructuosos. Con suspicacia, Sandoz recordó que la semana pasada se volvió a crear expectativa acerca de la adjudicación de las obras, frenada por la emergencia económica. Si ese paso se concreta, la Nación prevé que podrían empezar antes de fin de año. Mientras, la audiencia encargó a los concejales impulsar la creación de un frente de presión para que se concreten.
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