El entrenador del Líbano, el estadounidense Johnny Neumann, fue despedido de su cargo al concluir la primera fase del Mundial, debido al descontento de los dirigentes de la federación de ese país con los resultados y por la forma autoritaria en que el téncico trataba a sus discípulos en los partidos. El asistente de Newman, Saskis Koryian, asumió el cargo para lo que resta de la competencia.