Año CXXXV
 Nº 49.590
Rosario,
martes  03 de
septiembre de 2002
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Jorge García y Luciano Figueroa marcaron un antes y un después
El gol en dos generaciones de canallas
El chiquilín había hecho el del último triunfo en el Parque y Lucho cortó la racha de 22 años

Mariano Bereznicki / La Capital

Miércoles 4 de junio del 80. Un manto frío sacude la ciudad aquella noche, que se había vestido de clásico. Cancha de Newell's: Jorge Chiquilín García termina de clavar un verdadero golazo. El partido culmina con un claro triunfo de Central, que sería, como si se tratara de una paradoja, el último hasta el domingo. Noche fría de junio del 80. En casa de los Figueroa, mamá Silvia termina de darle la mamadera a Luciano, un bebé de once meses que con sus llantos parecía sumarse a los festejos en un hogar netamente canalla. Pero el tiempo pasa y es otra fría tarde, pero de septiembre de 2002, es decir 22 años y chirolas después. Otra vez el mismo escenario. Minuto cuarenta del primer tiempo y Luciano se eleva libre de marcas y mete un terrible cabezazo. Golazo de Lucho, ahora con 21 velitas a cuestas. Después Tom Arriola decretaría el 2 a 0 final y daría por terminada la hasta entonces paternidad. Dos generaciones distintas marcaron un antes y un después. Por tal motivo, Ovacion juntó al Chiquilín y a Lucho, dos personas que además se conocen muy bien porque el primero fue técnico en las inferiores del rubio goleador auriazul.
-¿Mientras estaban en las inferiores ni soñando se hubieran imaginado que el alumno se encargaría de ser uno de los artífices de quebrar ese maleficio en cancha de Newell's?
-Lo más importante es que la racha se cortó. Y lo mejor que me pudo haber pasado es que haya sido por dos jugadores que conozco muy bien de las inferiores. Pero más me alegro por Lucho, que lo tuve seis años como técnico y sé además la clase de persona que son él y su familia.
-Lucho, ahora sí que no podés negar que este gol a Newell's fue el más importante de los once que llevás en primera.
-Sí, este el más importante, más que nada por el significado que tiene, ya sea para el hincha como para mí también.
-¿Era la tarde que soñabas mientras estabas en las inferiores?
-Sí, ni dudarlo. Hacerle un gol a Newell's es lo que siempre soñé. Y por suerte sirvió además para ganar el partido.
-Y a vos, Chiquilín, ¿qué cosas se te cruzaron por la cabeza cuando viste que la pelota había entrado?
-Me puso muy contento. Principalmente por Luciano, porque se lo merecía de verdad. Trabajó mucho para estar donde está.
-¿Le tenías fe a este equipo?
-Sí, si bien hay muchos pibes, el equipo tiene una identidad definida. Y eso se debe a su técnico, porque este plantel se identifica con lo que piensa Menotti.
-¿Por qué creés que este Central pudo quebrar esa racha, ya que la mayoría son pibes?
-Porque los jugadores estaban muy tranquilos. Y eso se dio gracias a que Menotti les brinda mucha confianza. El Flaco les había quitado la presión de ganar, al mencionar que la única presión la tenía él mismo.
-Luciano, el hecho de que ante Racing habías hecho un gol, ¿te dejó más tranquilo de cara al clásico?
-Seguro, porque me permitió trabajar con más tranquilidad en la semana. Para un delantero siempre es importante convertir y máxime aún antes de un clásico.
-¿Qué sentís sabiendo que entraste en la historia por haber sido uno de los protagonistas que quebradon esa racha adversa de tantos años sin poder ganar en el Parque?
-La verdad, aún no logré entender todo lo que eso significa. Todavía sigo disfrutando de la victoria y de la alegría que le pudimos dar a nuestra hinchada, que siempre nos bancó.
-Jorge, ¿después de la victoria de Central pensás que la mayoría de los hinchas y por qué no hasta la prensa te va a dejar un poco tranquilo de ahora en más?
-Siempre dije que no era agradable que me hicieran una nota por el clásico nomás. No me gustaba mucho que se acordaran sólo por el aquel partido. Además, muchos amigos después me cargaban porque seguíamos sin poder ganar en el Parque.
-Luciano, ¿qué te dijeron tus compañeros en el entretiempo?
-Me felicitaron pero enseguida Menotti nos brindó la charla táctica y hubo que seguir concentrado porque era un partido difícil.
-¿También demostraste que la camiseta con el 9 te calza bien?
-Siempre me gustó jugar de delantero y usar la 9. Era un sueño que se me hizo realidad, gracias también al Cabezón San Juan.
-Jorge, ¿te sorprendió el comienzo de Newell's?
-No, porque era un clásico y siempre pasa que en los primeros minutos alguno de los dos toma la iniciativa. Pero con el correr del partido, Central demostró ser superior.
-Luciano, fue la mejor victoria desde que estás en primera.
-Seguro. La más linda e importante también.
-¿Cómo sigue esta historia?
-Hay que tomarlo con calma y seguir entrenando en la semana con la misma responsabilidad que lo venimos haciendo desde el principio. El tiempo después dirá hasta dónde podemos llegar.



Maestro y discípulo en el arte de marcar goles históricos. (Foto: Néstor Juncos)
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