A Osama Bin Laden le hubiera gustado asistir a la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo. "¡Viva Bin Laden!" y "¡Larga vida a Bin Laden!" eran algunas de las consignas de las personas que tomaban parte de las protestas que partieron del vecindario pobre de Alexandria con rumbo al suburbio de Sandton, sede de la conferencia. "Los pobres de Sudáfrica aman a Bin Laden", sostuvo Imran Abrahams de Ciudad del Cabo. A pesar de que a primera vista muchos no entiendan qué tiene que ver Bin Laden con el desarrollo sostenible, en Johannesburgo el invisible fantasma del terror también está sentado a la mesa de negociaciones. A pocos días antes de que se cumpla el primer aniversario de los atentados del 11 de septiembre, hoy, lunes, 109 jefes de Estado y de gobierno llegarán a una ciudad conocida por sus altos índices de criminalidad. (DPA)
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