Escándalo en Santa Fe. La comunidad se sigue manifestando

Padres de alumnos de una escuela religiosa denunciaron presiones

Además un sacerdote afirmó que, en ocho años, hubo faltantes por 142 mil pesos de la colecta anual de Cáritas

Marcelo Carné / La Capital

Santa Fe. - Dos nuevas denuncias se sumaron este fin de semana al escándalo que envuelve a la cúpula de la Iglesia Católica santafesina a partir de las denuncias sobre presuntos abusos sexuales que pesan sobre el arzobispo Edgardo Storni. Por un lado, cerca de un centenar de padres de alumnos del colegio de varones Nuestra Señora de Guadalupe que reclamaron anteayer el apartamiento del presbítero Mario Grassi formularon ayer otra grave denuncia sobre presuntas coacciones y amenazas para que algunos padres no concurrieran a la asamblea. Por el otro, un sacerdote reveló a un periodista de Radio Show Santa Fe que, en diversas ediciones de la colecta de Cáritas Argentina Más por Menos, en la arquidiócesis santafesina habrían existido faltantes de dinero, entre 1990 y 1998, por unos 142 mil pesos (ver aparte).
Como informó este diario ayer, durante la asamblea desarrollada en el Club Banco Provincial de esta ciudad, de la que participaron padres de alumnos de la mencionada escuela, se repudió la figura de Grassi, vicario para la Educación, y se reclamó que sea separado del cargo de asesor del colegio hasta tanto la Justicia se expida sobre su presunta participación en la denuncia por coacciones contra el padre José Guntern.
Según afirmaron ayer fuentes citadas por la radio universitaria "son muchos más los padres que apoyaron el planteo formulado (sobre la situación de Grassi), pero no concurrieron a la asamblea del sábado por temor a represalias contra sus hijos y porque habrían existido veladas amenazas". Asimismo, afirmaron que de comprobarse las mismas "serán denunciadas ante la Justicia".
En un comunicado suscripto al término de la asamblea, expresaron que "cualquiera sea el final de este proceso (judicial) es importante que continuemos muy unidos al colegio comprometidos con la formación cristiana de nuestros hijos, buscando el bien desde el compromiso y la responsabilidad que tenemos hoy como padres y como familia cristiana". Anoche los padres volvieron a convocarse en la basílica de Guadalupe, donde repartieron copias del documento a los feligreses a la entrada y a la salida de la misa.
Grassi, el vicario general Hugo Capello y los sacerdotes Carlos Scatizza y Marcelo Mateo son investigados por el juez de instrucción Julio César Costa, por la presunta comisión de los delitos de amenazas, coacciones y falsedad ideológica, tras la denuncia del párroco de San Roque José Guntern por supuestas presiones recibidas para que cambiara sus declaraciones contra Storni.

El padre Mario Grassi fue repudiado por vecinos.