La expulsión de Liendo evidentemente complicó a Zamora. En el entretiempo decidió apostar por los mismos que habían quedado, pero rápidamente se dio cuenta de que Manso estaba de más en la cancha y lo sustituyó correctamente a los 12 minutos del complemento. Con un hombre menos y el resultado en contra, siguió arriesgando y sacó un lateral volante como Vella para incluir a un delantero de área como Lagorio, por lo cual Newell's quedó en ese momento con un sistema de 1-3-3-3. En realidad, los rojinegros ya venían jugando prácticamente con tres en el fondo, ya que desde el principio Vella actuó de volante por su sector, corriendo a Liendo más al medio para hacerse de la pelota. Pero sin Liendo ni Vella, el técnico apostó al todo o nada con un mediocampo de rápido tránsito. Sin embargo, al rato hizo ingresar a Rodas para acoplarse con Marino y cometió el error de sacar al sacrificado Sacripanti, dejando en la cancha al irresoluto Rosales, cuya única buena fue peinar hacia atrás el córner de Ponzio que derivó en el gol anulado a Lagorio.
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