"Los que pueden cambiar su decisión de siembra no se van a arrepentir si hacen maíz porque el mercado lo está marcando", señaló el titular de la consultora Agri-Pac, Pablo Adreani, dejó la pelota picando en el panel de maíz realizado la semana pasada en el congreso de Aapresid. Para Adreani, los efectos de la reducción de stock pronosticada por el Usda en su último informe y el impacto del clima en Estados Unidos confluyen en una "coyuntura que indica que hay mercado firme en el corto, mediano, largo y superlargo plazo para el maíz". Señaló que los stocks de maíz en Estados Unidos se ubican en 19 millones de toneladas, cuando los norteamericanos consumen 200 millones de toneladas por año. "Esto va a ser clave en los meses de julio y agosto del año próximo porque si no hay producción que compense esa baja vamos a tener un escenario de maíz firme para todo el 2003", dijo y apostó: "No es descabellado pensar en números de tres cifras para este grano en el año próximo". El consultor agregó que "cae la producción en países de Europa del Este, fuertes competidores de la Argentina, con lo cual se da un momento ideal para que el país pueda posicionarse en el exterior". Adreani admitió que, hace dos o tres meses, se hablaba de una caída del 15 al 20% en la superficie sembrada, "con el tiempo la relación soja-maíz se acerca de 1,5 a 1 y esto habla de que hay muchos productores que mantienen la rotación". "La soja no deja de ser rentable pero creo que el maíz tiene la garantía de firmeza y estabilidad, no tiene riesgo bajista en el largo plazo. Por lo tanto, hay un escenario de mucha firmeza a nivel mundial", indicó. Pablo Cristiensen, de SEA Consultores, explicó que la sojificación en la Pampa Húmeda se dio en los últimos años por el "menor costo directo de la soja, mayor rentabilidad, mayor adaptación a climas diversos y mayor facilidad de implante y control de malezas a partir de la introducción de la RR". "Otro tema está relacionado con los precios, en la última década la relación promedio entre soja y maíz fue de 2,03. En el año 96 esa relación era menor a dos y la que se prevé para el 2003 es de 1,6. Esta relación se saca dividiendo el precio de la soja por el del maíz y cuanto más alta sea, más favorece al cultivo de soja", dijo.
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