Para la mayoría de los hinchas puede pasar inadvertido cuando camina por las calles de Rosario. Pero aquellos que iban a la vieja cancha de Central, encontrarse con algún jugador de la década del 60 no es poca cosa. Y uno de esos casos es el ex delantero canalla Raúl Osvaldo Castronovo, más conocido como el Perro, quien jugó casi setenta partidos en primera división y se metió en la historia de los clásicos merced al gol que le convirtió a Newell's cuando el partido estaba prácticamente terminado y Central terminó festejando. "Recuerdo que no alcanzaron ni siquiera a sacar del medio que el árbitro pegó el pitazo final. Se querían morir los leprosos", relató el Perro sin tapujos a Ovacion. Y con motivo de una nueva edición del clásico más importante de la ciudad, Castronovo delineó algunas vivencias de su época de jugador y también habló del presente auriazul. -¿Cómo vive las horas previas al clásico? -Con mucha tranquilidad. Si bien soy hincha de Central, no soy tan fanático como antes. -¿Mañana va a ir al Coloso? -La verdad, aún no lo sé. Falta definirme pero realmente tengo muchas ganas de poder estar. -¿Es de ir al Gigante? -Lamentablemente hace tiempo que no puedo ir a la cancha. Es que por mi trabajo se me hace prácticamente imposible. -¿Qué extraña más de estos partidos? -Las cosas que uno vivió siendo jugador. Es un partido importante que nadie quiere perderse, aunque el hincha lo vive con más pasión que un profesional. -¿Clásicos eran los de antes? -No, el clásico es un clásico y no tiene comparación alguna. El hincha lo vive de igual manera en épocas anteriores como la actual, al igual que el jugador. -No, el clásico es un clásico y no tiene comparación alguna. El hincha lo vive de igual manera en épocas anteriores como la actual, al igual que el jugador. -¿El clásico es para cualquier jugador? -Es que depende mucho del carácter de cada futbolista. Algunos se motivan y hay otros que arrugan, pero esto último se debe más que nada por el nerviosismo que implica ser protagonista en un partido tan importante como lo es un clásico. -¿Qué cosas imagina mientras está viendo el partido? -Imaginar, nada. Lo que sí, es que siempre deseo que salga un buen partido y que no haya lío. Y por su puesto, que gane Central. Obviamente, siempre es lindo cuando enfrente tenés a Newell's. -En su época de jugador, ¿era de calentar el ambiente dentro de la cancha? -No, para nada, yo no entraba en esa. Estaba concentrado y jugaba fuerte pero no pasaba de ahí. En esos partidos había que meter y tratar de ganar, nada más que eso. -¿La gente de antes se divertía más que la de ahora? -Creo que sí. Lo que pasa es que antes había menos tensiones, en cambio ahora parece ser que quienes van a la cancha descargan toda la bronca que acumularon durante la semana con los jugadores. Por eso también hay tanta violencia en los estadios. -De todos los clásicos que disputó, ¿con cuál se queda? -Con uno que ganamos en cancha de Newell's por 3 a 2, con el último tanto mío, justo cuando estaba por terminar el partido. Recuerdo que pusieron la pelota en el medio y el árbitro dio el pitazo final. Se querían morir. -¿Qué clásico desearía olvidar? -Ninguno, porque en líneas generales siempre me fue bastante bien. Es más, no me acuerdo haber perdido algún partido frente a Newell's. -¿Central tiene chances de luchar por el título en este torneo? -Si mejora un poco la puntería va a terminar entre los primeros puestos. Pero por otro lado pienso también que todos los que están ahí arriba tienen posibilidades. Este es un torneo muy parejo y no hay equipos que marquen grandes diferencias. -¿Quién gana? -Me juego por Central, siempre y cuando los muchachos salgan a la cancha con la puntería afilada y espero que esta vez se dé. Producción periodística: MarianoBereznicki
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