BANDERAZO SORPRESA. La tarde parecía tranquila. Pero de pronto llegó el banderazo sorpresa. Encabezados por el Chapero, un grupo de 40 hinchas auriazules cayó al entrenamiento de Central para darle su apoyo al equipo previo al clásico de pasado mañana. Se bajaron de los camiones -no ingresaron al complejo-, desplegaron los bombos, redoblantes, banderas y, cánticos de por medio, alentaron a los jugadores que llegaban al entrenamiento. Después de un tiempo no muy prolongado, levantaron los trapos y, felices por la tarea realizada, regresaron a sus hogares.
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