Cada tanto se verifica que el accionar de policías que adulteran sumarios de accidentes es la primera etapa de un ilícito en dos pasos. La segunda la concretan abogados venales, combinados con los primeros, encargados de entablar demandas económicas contra los imputados de provocar los accidentes. Lo hacen con la ventaja de los datos irregulares asentados por los policías infieles en los sumarios. Estos policías también se ocupan de avisarles de los casos y de ponerlos en contacto con las víctimas.
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