Rodolfo Terragno pasó por el comité departamental donde articuló un discurso en el que intentó poner nuevamente de pie al partido y mostró optimismo cuando señaló que "ganar las elecciones no es imposible" y llamó a trabajar por "la unidad" interna, aunque admitió que no busca "la uniformidad". Tal vez lo más sorprendente que logró Terragno en Rosario fue que todas las líneas internas de la UCR santafesina se hicieron presentes en la vieja casona de Paraguay al 300, lo que no quiere decir que a la hora de jugar en la interna todos lo apoyen. Algo más de 150 personas aguardaron la llegada del precandidato que fue recibido por el titular del departamental, Néstor Trigueros, y luego saludó a cada uno de los presentes. "Ganar la elección no es imposible, acá va a haber ballottage, y quién dijo que el radicalismo no puede ganar", disparó buscando calentar el salón principal del radicalismo. "¿Qué pasa si en esa segunda vuelta hay que elegir entre el pasado de Menem y las cuentas en Suiza o Rodríguez Saá y un candidato radical?", se preguntó y se llevó el único aplauso que hubo en su discurso. Envalentonado, elevó la voz y agregó: "Podemos ganar y tenemos la obligación de hacer todo lo posible para que eso sea una realidad". Claro que no pudo lograr el calor de otros tiempos. La entrada de Terragno fue demasiado fría, tanto que un viejo militante no pudo menos que recordar en voz alta otras épocas: "Te acordás cuando venía el Viejo (Alfonsín). Había gritos, papelitos, aplausos, mirá ahora ni siquiera un aplauso". Mientras, el precandidato, en total silencio, estrechaba la mano de los hombres y depositaba un beso en la mejilla de las radicales.
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