La desaparición en Argentina de Dagmar Hagelin, una chica sueca de 17 años, en enero de 1977, motivó que Alfredo Astiz quedara en la mira de la Justicia internacional. El Angel Rubio ("White Angel", según los documentos de la embajada) fue "uno de los más activos oficiales involucrados en la Esma", afirman los documentos, que también destacan que Hagelin fue herida de bala por el propio Astiz en una zona liberada para la Marina. Norma Burgos, detenida en la Esma, dijo haber visto allí al represor junto a la joven sueca, y dijo que Astiz admitió haber disparado contra Hagelin al confundirla con otra mujer. "De ninguna manera Astiz es un caso aislado de implicación directa en crímenes contra la humanidad. La Esma y demás campos de concentración fueron aprobados, planeados y operados por la cúpula de cada una de las fuerzas", destacan. Los documentos tampoco pasan por alto declaraciones del ex general del Ejército Guillermo Suárez Mason ("firmé entre 50 y 100 sentencias de muerte por día durante mucho tiempo", dijo en 1979), la "incompetencia" de algunos oficiales en la Guerra de Malvinas, o la búsqueda del gobierno militar de un apoyo de la CGT.
| |