Eduardo Duhalde consideró ayer que las críticas formuladas por la Iglesia luego de que se conocieran los índices récord de pobreza (que alcanza al 53% de la población) no deben ser tomadas como una "agresión" sino como una "guía" y que su gobierno ya tomó medidas "para atacar" la indigencia. "No hay que asombrarse de las manifestaciones de los obispos; ellos advierten permanentemente sobre esta cuestión. Desde hace años la Iglesia viene diciendo que el modelo de ajustes estructurales era intrínsecamente injusto", minimizó el presidente. Aunque admitió que parte de las críticas de los obispos aludieron directamente a su gobierno, vaticinó que cuando el Indec haga en octubre una nueva medición sobre la pobreza en la Argentina "la cosa va a cambiar necesariamente porque las medidas que tomamos atacan la indigencia", entre las que destacó que los planes Jefes y Jefas de Hogar Desocupados ya alcanzan a "1.900.000 personas".
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