Cierta vez un periodista rosarino lo definió acertadamente como el "Chilavert del menemismo". Cuando saltaba algún escándalo, allí estaba Asís, firme y convencido para defender lo que otros no podían ni querían. Y hasta polemizó con el actor Gerardo Romano en un programa de Mariano Grondona. Pero el rol de atajapenales parece haberlo agotado, aunque no reniega de haber compartido la intimidad del poder junto a Carlos Menem. Una de las cosas que más admira del riojano es su vocación política. "Mientras tenga cinco glóbulos rojos, uno blanco, amigos atrás que vayan con una tarjeta de crédito pagando las cuentas y cinco personas que lo sigan, con eso le alcanza para ir por todo siempre", dice, pero admite que esta vez no llegará nuevamente a la cumbre: "A Menem lo veo más cerca de pescar truchas en un lago calmo de Nueva Inglaterra que en el Sillón de Rivadavia".
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