El artista baigorriense Gabriel Cepeda, quien próximamente participará en Rosario de la 2ª Feria de Maestros Artesanos, contó a La Capital que desde la casa en Fuerteventura, a orillas del Atlántico, es frecuente ver a las frágiles pateras (balsas) repletas de personas que se hacen a la mar desde la costa occidental de Africa, a 90 kilómetros, en busca de un futuro mejor. Gente de raza negra, tan oscura como el futuro de ese continente, llega nadando hasta la playa porque los capitanes de las balsas temen ser capturados por las fuerzas de la isla. Los negritos suelen pagar unos 500 euros para viajar hasta tierra española, que al ser detenidos y alojados en los centros de acogida son deportados. Muchos lo intentan hasta cinco veces, otros en cambio terminan siendo comida de los tiburones cuando alguna tormenta marina hace naufragar a las débiles naves que se hacen a la mar en un desesperado intento por conocer un mundo mejor.
| |