Granadero Baigorria. - La varita mágica, con la que suelen ser tocados los artistas, parece haberse posado nuevamente sobre la figura de Gabriel Cepeda. Este baigorriense que paseó por España su talento de poeta, cantautor, dibujante, ceramista, artesano y pintor sumó una actividad más a sus cualidades artísticas: ahora también es actor.
Pocos días antes de su partida de las islas Canarias, donde está radicado desde mayo del año pasado, Gaby interpretó el papel protagónico de su obra de teatro leído "La constelación del nono". La puesta en escena fue todo un éxito, a tal punto que fue reproducida por la televisión de las islas de Fuerteventura y Gran Canaria y varias radios locales.
"Es un cuento donde mezclo realidad y ficción y del que naturalmente soy el personaje central, Wilburd en homenaje a Mister Ed (risas). Somos cuatro personas en escena y cinco más en la musicalización, efectos especiales e iluminación. Todo eso acompañado por una muestra de piezas de cerámica acordes al argumento del cuento que se elevan sobre el escenario por un sistema de hilos", contó Cepeda, quien recibió a La Capital en su casa de calle Las Malvinas.
Mate, en primer término, y un sabroso asado fueron la excusa para la nota. Jugosas anécdotas, curiosidades, experiencias y numerosos logros fueron brotando como agua de manantial de un Gabriel, ahora verborrágico y maduro, al que ya no cuesta arrancarle las palabras.
A orillas del mar
Gabriel vive en un apartamento a 30 metros del mar en Puerto del Rosario, de 40 mil habitantes y capital de Fuerteventura, una de las siete islas del archipiélago canario. La isla, que carece de vegetación y casi de lluvias, tiene unos 100 kilómetros de largo, por 30 en su parte más ancha y dos en la más angosta. El artista fue contratado por una empresa constructora de apartamentos y hoteles para coordinar los talleres de arcilla que se ofrecen a los turistas en sus momentos de ocio. Además de vender souvenires, Gabriel hizo varias piezas medianas para presentarlas en exposiciones en galerías de arte.
"Cuando clausuraba mi muestra comenzaba otra de un pintor de Gran Canaria. Ese día fueron los secretarios de Cultura de Canarias y de Fuerteventura, a los que les gustaron mucho mis trabajos. Eso me abrió numerosas puertas para hacer exposiciones y vender mis trabajos en las tiendas de esas islas y también en la de Lanzarote", contó entusiasmado.
Expuso en la Casa de la Cultura de Puerto del Rosario, en el aeropuerto, en la Feria Iberoamericana de Cerámica en Santa Cruz de Tenerife y en varios hoteles. Al mismo tiempo recibió una propuesta del ayuntamiento para dar clases de cerámica sobre la técnica que desarrolla, que es la de pintar sobre cerámica con pinturas obtenidas por la mezcla de tierras y oxidando metales en forma natural, como lo hacían los antiguos aborígenes.
A pesar de los logros obtenidos y del buen pasar económico alcanzado en Canarias, Gabriel echó de menos a su madre Chiquita y a su hermano Alejandro, con quien integra desde hace 20 años el dúo Eliseo. "Ahora pienso quedarme unos meses en Baigorria, donde haré más piezas para exportarlas pero debo volver a España, ya que tengo varias propuestas de trabajo que quiero estudiar", dijo para agregar que "en las Canarias fueron muy generosos conmigo y tengo que volver para seguir ayudando a mi familia. Allí, además de haberme recibido como a un canario más, me honraron con dos premios muy importantes: uno como la mejor labor artesanal del año y otro fue el primer puesto en un certamen de murales donde competí con pintores muy reconocidos".
Finalmente, Gabriel contó que "como si fuera poco todo lo bueno que me pasó en este tiempo, la banda municipal de jazz de la isla interpreta mis canciones en los actos y tengo una propuesta seria para editar un disco en España". Música, teatro, pintura, letras, escultura. Muchas aristas para un interminable talento que demuestra una vez más que nadie es artista en su tierra.
La Ciudad
