Walter Gasparetti / La Capital
Bouquet.- La finalización de la obra de agua potable permitirá a los vecinos comenzar a ingerir el agua de red y dejar de utilizar los bombeadores instalados en sus propios domicilios. Estudios previos realizados sobre la calidad del elemento líquido demostraron que su composición tenía un elevado porcentaje de arsénico y otras sustancias tóxicas. La obra, que los vecinos vienen demandando desde hace décadas, traerá un significativo avance en materia de salud. Las actuales autoridades comunales iniciaron las gestiones hace más de diez años y hoy dicen con satisfacción que la obra fue concluida. "El sistema comenzó a funcionar esta semana. No todas las familias gozan aún del nuevo servicio debido a que sólo algunos vecinos instalaron la cañería para el ingreso, pero el resto lo hará en las próximas semanas", explicó el jefe comunal de Bouquet, Guillermo Cornaglia. Médicos de la zona atribuían determinados problemas de salud como diarreas y diversos problemas gastrointestinales a la ingesta del agua subterránea. Incluso algunos casos de cáncer, aunque esa posible causa nunca pudo ser comprobada, dijo Cornaglia. La inversión, que demandó unos 250 mil pesos, fue desembolsada con aportes de los contribuyentes y con créditos cuando aún regía la ley de convertibilidad. En 1992 se iniciaron los estudios geoeléctricos para determinar el lugar exacto que asegurara agua con suficiente caudal y buena calidad. Estos análisis fueron realizados por personal del Instituto Nacional de Ciencias y Técnicas Hídricas (Incyth) y financiados con un aporte mensual de los contribuyentes. Posteriormente, el Servicio Provincial de Aguas Rurales (Spar) elaboró el proyecto definitivo y el cálculo del presupuesto. La comuna se abocó a obtener el financiamiento necesario para la obra. Los fondos se destinaron a la construcción de un tanque, a la compra de los materiales para la red de distribución, captación e impulsión, y a la contratación de la mano de obra. La comuna obtuvo fondos de un programa de provisión de agua potable y saneamiento básico de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, y de un plan de obras menores del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa). "Una vez firmados los convenios, la comuna licitó los rubros que componen la obra para dar comienzo a los trabajos. En forma paralela se dictó la ordenanza que reglamentó la ejecución y el cobro de la obra a los contribuyentes", explicó Cornaglia. Los vecinos comenzaron, en febrero de 2000, a pagar sus aportes en sesenta cuotas de diez pesos. Pero, debido a las indecisiones y la falta de reglamentación, las autoridades aún no tienen precisiones de cómo deberán retornar algunos de los préstamos otorgados.
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