Las autoridades están muy preocupadas por los hechos registrados en La Ranita. No porque no entiendan el fastidio de los vecinos que hicieron justicia por sus propias manos arriesgando sus vidas, sino porque el ejemplo puede llegar a imitarse y la situación volverse incontrolable. "Lo que se teme es que se desate una guerra de buenos contra malos en la que todos pierdan", se comentó a este diario. La inquietud del intendente Marcelo Alvarez es tan manifiesta que no bien ocurrieron los hechos pidió la presencia de tropas federales (Gendarmería y Policía Federal) para reforzar la custodia en distintos puntos neurálgicos del ejido urbano. "La situación social es de gran tensión y cualquier cosa puede hacerla estallar, de ahí que hay que evitar que de hechos como estos surjan enfrentamientos que sólo dejarían el saldo de nuevos muertos y mayores deseos de venganza", dijo un funcionario.
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