La primera mujer nacida en la Antártida es una argentina de 24 años que se está por recibir de abogada. Ahora vive en el barrio porteño de Lugano y -como tantas argentinas- participó de varios cacerolazos. Marisa de las Nieves Delgado es hija de un suboficial cocinero del Ejército, quien viajó diez veces al continente blanco, estuvo en la guerra de Malvinas y formó parte de la fuerza de paz que fue a Croacia en 1995. Marisa nació en la base Esperanza el 27 de mayo de 1978 y se quedó allí con sus padres y sus hermanos hasta diciembre de ese año. Sus padres son el sargento Néstor Arturo Delgado y Juana Benítez, quienes ya tenían dos hijos, de 14 y 7 años. Luego, su familia vivió en Lugano, salvo aquellos meses en la Antártida y un par de años en Salta. Estudió en la escuela Nº 10 de Villa Lugano, en el instituto Dámaso Centeno, y en el colegio Zuviría de Salta. Ahora cursa en la Universidad de Lomas de Zamora y quiere especializarse en Derecho Laboral. "No me gustan las injusticias que se cometen con los trabajadores", dice. Junto a otras familias, la suya planificó instalarse en 1978 en la base porque tendrían todos los gastos pagos y ahorrarían el sueldo. Pero luego el Tratado Antártico fue hacia la internacionalización, por lo que la teoría de la dictadura, de ser el único país con ciudadanos antárticos y por tanto con derechos innegables de soberanía sobre su sector, no se llegó a usar. Trabaja como profesora de inglés y piensa casarse con Roberto, un abogado. Regresó a la Antártida, en el 2000, cuando el Ejército la llevó gratis. Es miembro de La Pingüinera por haber nacido y vivido un invierno en la Antártida. La entidad civil la nombró "Expedicionaria del desierto blanco". Del grupo no forma parte Emilio Marcos Palma, el primer hombre nacido en la Antártida porque "él no llegó a pasar un invierno allá", reveló Marisa. (Télam)
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