El ministro de Economía, Roberto Lavagna, adelantó que el gobierno podría vetar dos iniciativas que cuentan con media sanción del Parlamento porque "generan dudas adicionales y preocupación" en medio de las negociaciones que le gobierno mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El jefe del Palacio de Hacienda disparó contra el proyecto de ley que obliga a los bancos extranjeros a respaldar depósitos con dinero de sus casas matrices y contra la propuesta de descontar el 2% de los intereses bancarios para financiar la obra social de los empleados del sector. Esas iniciativas fueron resistidas por los bancos, junto con dos leyes ya aprobadas, como son la postergación de la aplicación del CER y las ejecuciones bancarias. Lavagna diferenció los dos casos. Respecto del CER y los remates dijo que "no son excesivamente graves para el FMI" ya que "los períodos de prórroga son cortos". En cambio, fue más duro que con las iniciativas que todavía no fueron aprobadas. "El gobierno considera negativos ambos proyectos y el FMI también, si se aprueban, se consideraría seriamente el veto presidencial a los dos proyectos", dijo. A raíz de estos paquetes de leyes financieras, representantes de las entidades financieras extranjeras plantearon su inquietud al Gobierno en una audiencia el jueves en la Casa de Gobierno y al Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, por entender que fueron perjudicados en su rentabilidad y planes de inversión. Las iniciativas del Congreso cayeron en un mal momento para Duhalde, que le está pidiendo al FMI una ayuda en forma de reprogramación de un vencimiento en setiembre del capital de la deuda por 2.700 millones de dólares. "No se puede al mismo tiempo pedir financiamiento adicional y por el otro lado cometer acciones que flexibilizan las cosas antes de tiempo", dijo, al pedir "prudencia" a los legisladores. El ministro pidió además a los gobernadores que le demanden a sus legisladores en las cámaras "que se entienda que hay que ser muy cuidadosos" en la aprobación de las leyes. Además señaló que el FMI no quiere castigar ni tiene una actitud discriminatoria sobre la Argentina y volvió a remarcar que el país, a diferencia de Brasil y Uruguay, está negociando con el fondo "después de un incumplimiento". Reiteró que "inmediatamente después de que haya un acuerdo, el primer paso es abrir una licitación internacional para contratar a un asesor financiero y legal, para que asesore al gobierno" en la renegociación con los acreedores privados.
| |