El ministro de Economía, Roberto Lavagna, rechazó la propuesta del Banco Central de abrir el corralito para los depósitos a la vista y acusó a sus autoridades de "no cumplir con la función que le corresponde". El jefe del Palacio de Hacienda salió a enfrentar una nueva ofensiva en su contra, en medio de un clima enrarecido además por el cortocircuito entre los bancos y el Congreso y la decisión de la Corte Suprema de declarar inconstitucional el recorte del 13% a los empleados públicos.
A la defensiva, Lavagna convocó a una rueda de prensa con agencias internacionales de noticias, durante la cual pidió prudencia a los distintos poderes públicos para no entorpecer el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Las palabras más duras las tuvo con los integrantes del Banco Central, uno de cuyos directores reflotó el jueves la propuesta de Aldo Pignanelli para liberar las cuentas a la vista y abrir el corralón para los depósitos a plazo fijo hasta 10 mil pesos.
"Hay una contradicción porque al mismo tiempo que alguna gente pide la liberación del corralito no cumple con las función que le corresponde de crear el sistema libre", dijo, y recordó en tal sentido que "Economía aprobó a fines de mayo la creación de las cuentas libres, sin restricción, y esas cuentas no han terminado de ser instrumentadas por el Banco Central".
Lavagna explicó que la instrumentación de esas cuentas "debe ser el paso número uno" para abrir el corralito y se quejó porque "en los últimos días, cada vez que el Banco Central sale a comprar dólares, obviamente debe emitir pesos, y esos pesos, que deberían ir a las cuentas libres, por falta de instrumentación están yendo al corralito".
Lavagna destacó que nuevo sistema de cuentas libres "permitiría que el corralito vaya reduciéndose normalmente, sin necesidad de que el Estado intervenga".
"Queremos una clara separación del nuevo sistema financiero, con cuentas totalmente libres, del viejo sistema, al cual iremos reabsorbiendo progresivamente", enfatizó Lavagna, quien se quejó del "ruido" que hacen las propuestas de la autoridad monetaria.
Veinticuatro horas antes, el director del Banco Central, Guillermo Lesniewer, había asegurado que "están dadas las condiciones para levantar las restricciones" sobre las cuentas a la vista y avanzar en la devolución de depósitos reprogramados hasta 10 mil pesos, "lo que se podría hacer en forma inmediata con tres cheques diferidos".
La propuesta, similar a la que hace unos meses llevó el titular del Central, Aldo Pignanelli, al Fondo Monetario Internacional, fue rechazada desde temprano por Economía. Un vocero del Palacio de Hacienda señaló que "por el momento el Ministerio no tiene previsto hacer nada con el corralito".
Una mano a los bancos
En cambio, el ministro Lavagna sí confirmó que el gobierno está trabajando para permitir que los bancos puedan pagar sus deudas con el Banco Central con títulos públicos.
"Estamos trabajando en eso, en principio tenemos un acuerdo, esta es una propuesta que hicimos nosotros y lo estamos discutiendo con los bancos pero la decisión está tomada y ahora hay que ponerle la letra fina", dijo.
Agregó que en un primer momento los títulos serán los Boden, que son los que entregó el gobierno a los bancos por haber convertido los préstamos y depósitos en dólares a pesos a distintos tipos de cambio, perjudicando a las entidades.
Pero Lavagna dijo que será complicada la discusión técnica para ajustar los valores a los que serán tomados por el Estado. La decisión permitiría a los bancos limpiar sus pasivos, dado que en los últimos meses debieron pedir al Banco Central 17.000 millones de pesos en efectivo para poder cumplir con las demandas de sus clientes.
La Ciudad
