cartas

Un sentido adiós

A lo mejor resulta raro esto de escribir a alguien que ya no está, pero para todos los que tuvimos la suerte de toparnos con el doctor Luis Alejandro Martínez y pudimos aprender algo de su sabiduría, de su amor profundo por la medicina, de su solidaridad, de su desinteresada práctica de la profesión, de poder siempre encontrar un tiempo para su paciente, podemos decir con alegría que conocimos a un ser humano grande. Poseedor de una fuerza enorme, fue una persona que dignificó como pocos la honradez y el sacrificio. Alguien sumamente preocupado por ayudar a los demás, quien anteponía lo espiritual a lo material, alguien para quien su prójimo era lo más importante. Aquellos que formamos parte del COT, todos con quienes compartió largas charlas, interminables cafés, queremos despedirlo diciéndole que lo vamos a extrañar mucho y que siempre va a estar aquí, con nosotros, su familia, como él nos llamaba. Hasta siempre profe.
Nadina, Marisa, Sandra, Vero, Ale, Silvia, Hugo, Lidia, Mario, Marina, Salvador, Gustavo, Fernando, Chiqui, Oscar, Marcelo y Hernán, empleados del COT