Nada de lesiones ni suspensiones. Emparchado, prescindiendo de jugadores clave como D'Alessandro y Cavenaghi y de otros importantes como Comizzo y Guillermo Pereyra, River les hizo burla a los infortunios y venció a Chacarita por un 2 a 1 valioso y apretado. Victoria que lo ubica en la punta del torneo junto con Boca y Newell's.
El mal estado del campo, resbaladizo por la lluvia, condicionó de entrada el desarrollo. El juego se hizo dinámico, aunque las imprecisiones y la falta de profundidad de parte de ambos equipos dominaron la escena.
En los 45 iniciales, River resultó levemente superior, básicamente por su mayor predisposición ofensiva y por el inteligente trabajo del debutante Luis González. Elegante para trasladar y con mucho panorama, el ex Huracán fue el eje por el que pasaron los mejores ataques de River. La gambeta celosa de Alejandro Domínguez de a ratos también complicó a la defensa rival, pero al equipo de Núñez le costó establecer una hegemonía en el juego.
Chacarita se paró con Romero y Mignini como carrileros, Rosada y Pedernera en la función de doble volante tapón y el hábil Matías Delgado como nexo entre el movedizo paraguayo Torales y Bevacqua, quien prácticamente pasó desapercibido.
Los dirigidos por Pastoriza encontraron en las espaldas de Astrada un camino fértil para recorrer. Sin embargo, Chacarita se reiteró en insinuaciones y no tuvo audacia para animarse a más, tal vez por respetar demasiado la jerarquía del rival.
Así y todo, a los 30, dispuso de la acción más clara de la etapa inicial. Garcé se resbaló ante una entrada de Torales y la pelota terminó en los pies de Delgado, cuyo remate desde la puerta del área chica impactó en la cara interior del poste izquierdo.
En el complemento pareció que River no sabía cómo entrarle a Chacarita. Pellegrini se dio cuenta de ello y, sobre los 15, ordenó un cambio bien ofensivo: Cuevas por Astrada.
La apuesta le salió mejor de lo pensado al ingeniero, porque dos minutos más tarde River se puso en ventaja con un tiro libre fantástico que el Chori Domínguez clavó en un ángulo.
Víctor Zapata se paró como cinco para ocupar la posición de Astrada y a Chacarita no le quedó otra que salir en procura del empate. Pero River tenía en la cancha a Pipino y la desesperación funebrera le hizo encontrar los espacios que le faltaron antes. Cuevas puso el 2-0 después de una gran jugada de Fuertes, otro de los debutantes, quien dejó dos rivales en el camino y se la sirvió al paraguayo.
River era pura fiesta hasta que, ya en tiempo cumplido, el ingresado Gabriel Cela Ruggieri puso el descuento con un tiro cruzado. Sin embargo, el suspenso duró poco y River hasta pudo aumentar con una entrada de Cuevas tapada con el pecho por Navarro Montoya y con un cruce oportuno de Gamboa ante un ataque profundo del paraguayo. (DyN)
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La Ciudad
