Cuatro de cada diez rosarinos participa de alguna organización social. La mayoría, que considera que la tendencia viene en aumento, concurre a parroquias, iglesias evangélicas y centros religiosos. Otros, sobre todo los más jóvenes, se suman a actividades culturales y deportivas. Lo cierto es que los partidos políticos quedaron desplazados como ámbito de participación y, más aún, casi el 70 por ciento de los rosarinos aseguran no estar interesados en la política. Así lo reveló una encuesta sobre participación social realizada en Rosario por el Instituto de Desarrollo Regional y la Universidad de General San Martín entre 450 personas.
Los hombres y sectores medios son los más reticentes a sumarse a las organizaciones sociales. Sin embargo, el 42% dijo haber participado alguna vez y la mayoría lo hizo después de 1984, con la vuelta de la democracia, en los clubes, parroquias católicas y cooperadoras.
Ahora, la mayoría concurre a organizaciones religiosas, donde los principales protagonistas son mujeres y jubilados de sectores medios. En cambio, en las organizaciones culturales y clubes los jóvenes son mayoría. Si bien el 44% de los consultados aseguró que en el último año se sumó mucha gente, no se dio un ingreso masivo a las organizaciones sociales: casi el 60% participa desde hace más de tres años y sólo un 18% comenzó a hacerlo en el último.
Lo cierto es que la mayoría de las organizaciones no tiene ninguna relación con el gobierno. Pero del 24,8% que se dirige a las autoridades -sobre todo municipales y nacionales- lo hace para reclamar problemas particulares (40%). Y más aún, el mismo porcentaje asegura que los resultados de las relaciones con las autoridades son "regulares" y el 16% opinó que son "malas".
De política, ni hablar
En algo los rosarinos fueron terminantes: casi el 70% dijo no estar interesado en la política. Y en eso coincidieron hombre y mujeres de todas las clases sociales.
Lo cierto es que como consecuencia de la crisis de la clase dirigente, tanto el Concejo Municipal y la Justicia como la presidencia de la Nación, el Congreso nacional y los líderes políticos tienen entre los rosarinos una imagen negativa.
Pero, pese al descrédito, el 78,3% de los encuestados aseguró que "la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno". Y fueron los hombres de entre 40 y 60 años, de escasos recursos y con bajo nivel de estudios, los que opinaron lo contrario.
Las formas de protesta surgidas en los últimos meses, como las asambleas barriales, cacerolazos, piquetes y escraches a los políticos, son apoyadas por la mitad de los encuestados, aunque claro que los niveles de participación son otra cuestión.
La clase media es la que más apoya las asambleas barriales, al igual que los cacerolazos. En cambio, la opinión sobre los piquetes está dividida. Es que el 45,2% que está en contra pertenece a los sectores de mayores recursos, mientras que en el 43,8% que los apoyan se destacan los sectores de menores recursos.