Año CXXXV
 Nº 49.574
Rosario,
domingo  18 de
agosto de 2002
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Empleo. Proliferan las exposiciones y los cursos de capacitación
Los microemprendimientos, un refugio para sobrellevar la crisis
Actúan como una red de contención para el desempleo. El espectro de posibilidades es muy amplio

Fabiana Monti / La Capital

La crisis social y económica del país movilizó una suerte de fiebre de los denominados microemprendimientos, que funcionan como una red de contención para un amplio sector de la población marginado del mercado laboral. Si bien el fenómeno se ha ido acrecentando como una forma de autoempleo desde la década del 90, distintos organismos han venido fomentado su realización inclusive brindando financiamiento. El espectro de producciones es amplio: alimentos, productos de limpieza, artesanías, textiles. Algunos se orientan a la exportación y la mayoría busca nuevos nichos en el mercado interno que se abrieron después de la devaluación. El fenómeno es muy amplio, a punto tal que prolifera la organización de cursos de capacitación y la realización de ferias para mostrar la producción. Para algunos analistas el fenómeno sólo se explica en el marco de la crisis general del país y otros destacan que son la simiente de las futuras pymes, generadoras de mano de obra intensiva.
Con el índice de desempleo por encima del 24 por ciento, la alternativa de generar un emprendimiento propio ha cobrado muchos adeptos en el país. Los emprendedores arremeten con proyectos que en general, requieren pequeños montos de capital y mucho de creatividad para ocupar nichos de mercado ya sea en el exterior o en la plaza interna posdevaluación.
Si bien la fiebre se ha expandido con la crisis, los organismos oficiales vienen promoviendo estas alternativas desde la década del 90, con créditos de fomento a las distintas actividades. De todos modos, no hay una estructura pública o privada que contenga esta diversidad de proyectos que van desde el rubro alimentación hasta herrajes para construcción, productos de limpieza o textiles.

El espectro de experiencias
Las ferias suelen ser espacios de contacto entre los emprendedores y también oportunidad de negocios. La semana pasada se desarrolló en Rosario una muestra de microemprendedores y se pudo ver de todo: desde dulces artesanales hasta insumos para la construcción o servicios informáticos.
Algunos están trabajando productos que apuntan al mercado interno y otros para exportación. El asociativismo y la solidaridad son dos de los pilares básicos en que se apoyan la experiencias.
Los emprendedores de Villa Constitución encontraron en una asociación regional una alternativa para hacerle frente a la demanda del mercado y para abaratar la compra de los insumos. La asociación incluye a más de 30 microempresas de los más variados rubros: artículos de limpieza, alimentación, decoración, servicios y también se agruparon productores apícolas. La asociación funciona desde hace alrededor de un año y además de vender en forma conjunta, también brindan asesoramiento a quienes quieren iniciarse en alguna actividad como microemprendedor. En Hurlingam, provincia de Buenos Aires, adoptaron el nombre de Cámara pero cumplen con los mismos objetivos que la asociación anterior.
Hugo Fernández, propietario de H and F, dedicado a la fabricación de insumos para la construcción, explicó que la firma comenzó con un crédito para microemprendimientos que distribuía la provincia de Santa Fe, con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). "Nació como emprendimiento, llegó a ser pyme y volvió a ser emprendimiento", indicó Fernández sintetizando los procesos económicos del país en la última década.
Ricardo Nadalutti, dedicado a la producción de pavos, explicó que desde que se fueron dos grandes empresas extranjeras que se dedicaban a su comercialización, hay un nicho importante para esta actividad."Hay que empezar de nuevo porque quedaron muy pocos criaderos. Además, hay que educar al consumidor porque asocian esta carne para grandes ocasiones como la Navidad o alguna fiesta pero en otros países se consumen diariamente".
En el rubro textil, Manos Rosarinas es una experiencia local que nuclea a confeccionistas que quedaron fuera del sistema laboral. Con mucho esfuerzo fueron reconstruyendo la cadena que había desaparecido en los tiempos pre-devaluación y desde enero, se asociaron para producir indumentaria básica y hoy ya cuentan con varios locales (que les fueron ofrecidos solidariamente).



(Ilustración: Chachi Verona)
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