Walter Palena / La Capital
El senador Oscar Lamberto (PJ) está convencido de que la ley de lemas es un mecanismo viable para superar la fragmentación política que produjo la iniciativa del gobierno de convocar a internas abiertas a la ciudadanía y, paralelamente, evitar que la puja intestina en los dos grandes partidos (especialmente el justicialismo) mute hacia un futuro escenario de ingobernabilidad para la Argentina. "Algunos la critican sólo por prejuicios y otros por sus propios intereses", dijo el senador por Santa Fe. Más allá del moderado rechazo del presidente Duhalde y de todo el arco opositor (ver aparte), Lamberto aventuró que en la medida en que se vayan interiorizando de sus ventajas y bondades, la ley de lemas va a ser cada vez menos resistida. También se mostró confiado en que su proyecto logrará la aprobación del Congreso, a pesar de que necesita mayoría especial en ambas Cámaras: 129 votos en Diputados y 37 en Senadores. En una entrevista con La Capital, el legislador hizo una encendida defensa de su proyecto y se preocupó por aventar cualquier especulación sobre el beneficio que le otorgaría a algún candidato. "Que quede bien en claro: yo no hablé con (Carlos) Reutemann sobre esto", bramó. Y cuando se le preguntó si el gobernador podría rever su decisión de no postularse en caso de que prospere la instrumentación de la ley de lemas, Lamberto fue cortante: "Ese es un tema del cual no quiero ni opinar". -¿El proyecto apunta solamente a solucionar la interna peronista? -Creo que es una solución para muchos problemas y, en la medida en que se van interiorizando se dan cuenta de que es una buena salida. -Van a necesitar un fuerte consenso en el Congreso para que se apruebe. -Hacen falta acuerdos. Tampoco hay que forzar una ley electoral que salga de prepo. Pero tratándose de una emergencia y de aplicación por única vez, creo que puede ser factible. Además, es un sistema del que todos pueden participar presentando pocos requisitos. -¿Por qué lanzó esta propuesta ahora? ¿No enrarece más el clima? -Acá hay dos temas que debemos tener en cuenta: cómo nos posicionamos frente a la realidad y cómo evitamos un camino peligroso de fragmentación. Como están las cosas, todos los candidatos, aun los que están mejor posicionados, aparecen con muy baja intención de voto. La ley prevé una segunda vuelta, y el que gane saldría muy fortalecido. -¿A qué atribuye tanta resistencia? -Algunos se oponen por prejuicios, por desconocimiento, y otros por sus propios intereses. -¿Cuál sería el interés de Carrió, por ejemplo? -Que los partidos grandes se desangren en internas conflictivas para después, sobre las ruinas de la destrucción, poder ganar una elección. Pero luego va a tener un país ingobernable. Lo más racional es hacer una salida institucional prolija, sin desgastes. La ley de lemas apunta a eso. -También pueden recriminarle que intenta involucrar a toda la sociedad en la interna del PJ. -Han roto tanto las pelotas con eso de "que se vayan todos" y de incentivar la participación, pero parece que ahora tampoco quieren eso. Si no tienen propuestas, que no pongan más excusas, porque esta ley no esconce ninguna trampa como para que la descalifiquen. -Usted presentó el proyecto un día después de que Reutemann hablara del tema... -Que quede bien en claro: yo no hablé con Reutemann por este asunto; es responsabilidad mía y de los legisladores que me acompañaron. No hicimos una ley a medida de nadie. Todos tienen igualdad de oportunidades. -Obeid presentó un proyecto similar en Diputados. ¿Se pusieron de acuerdo? -Desconozco esa información. Si es así, entonces me copió. -¿Está enojado por eso? -No, pero hubiera sido más fácil adherir al nuestro. -¿Cree que Reutemann pueda rever su decisión si prospera la ley de lemas? -Ese es un tema del cual no quiero ni opinar.
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