Año CXXXV
 Nº 49.574
Rosario,
domingo  18 de
agosto de 2002
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Burocracia e ineficiencia. Ingredientes para aumentar la desocupación
Dos municipios les declararon la guerra a las cerealeras
En Pérez la Municipalidad clausuró una planta y en Cañada otra se va porque no la dejan ampliar

Norberto Puntonet / La Capital

Pérez. - Las trabas burocráticas, la ineptitud e inoperancia de los funcionarios, la aplicación de condiciones poco claras y los intereses políticos y económicos suelen convertir al Estado en enemigo de los ciudadanos, cuando en realidad debería estar a su servicio. Como si el universo terminara en un escritorio, quita apoyo a proyectos productivos cuando más se necesita que se generen emprendimientos con nuevos puestos de empleo, que además beneficien a las destruidas economías locales.
Mientras miles de familias asisten a su disgregación porque sus hijos hacen colas frente a consulados y embajadas buscando -diploma en mano- una posibilidad laboral en un lugar lejano, el flagelo de la desocupación a veces, podría atenuarse simplemente con un par de firmas y sellos. El pensar que detrás de cada cifra en las estadísticas sobre desempleo no sólo hay números sino personas con sus familias, es algo que parece muy lejano para la burocracia.
Al tiempo que en Pérez una planta de cereales no puede funcionar porque fue clausurada por la Municipalidad a pesar de las costosas reformas realizadas para atenuar la polución y los ruidos molestos, en Cañada de Gómez otra empresa del mismo rubro se trasladará a Bustinza debido a que el municipio no permite que amplíe sus instalaciones para mejorar su capacidad operativa ante la bienvenida reactivación del sector.
El empresario tucumano Eduardo Domingo Molinari, titular de la firma EDM, contó que la Municipalidad de Pérez clausuró una planta de acopio y acondicionamiento de cereales 20 días después de haberla adquirido. Las autoridades perecinas argumentaron como causas del cierre la polución de espeler y los ruidos molestos, a pesar -según el empresario- de las numerosas mejoras realizadas. "Con esa actitud se quedaron sin trabajo más de 20 personas y perdieron la posibilidad de conseguirlo otras 50. Se invirtieron 1.500.000 de pesos y la Justicia aún no autorizó la habilitación", dijo. Por su parte, desde la Municipalidad, el intendente Fernando Ramírez y varios de sus secretarios se negaron en reiteradas oportunidades a dialogar con La Capital sobre el tema.

Apertura y clausura
Asimismo, el empresario cerealero dijo que hace un par de años compró la planta instalada y funcionando, ubicada en calle Santiago y la ruta 14, a través de la intervención de un juzgado rosarino. "A 20 días de tomar posesión se presentó la Municipalidad de Pérez para clausurarla, argumentando que había vencido la autorización precaria de habilitación que era de 180 días. La planta tenía más de 15 años funcionando y se encuentra en el límite de los municipios de Pérez y Soldini, en zona rural", aclaró.
Según Molinari "hay unos vecinos que se quejaron por ruidos y polución, pero no hicieron lo mismo con otra empresa que funciona cerca del lugar. Apenas compramos la planta, hicimos una serie de inversiones para mejorar el lugar. Compramos cinco silos más en España, pusimos velámenes circundantes, plantamos árboles, hicimos unos túneles para pasar el cereal de un silo a otro, una playa de estacionamiento para 200 camiones, baños, vestuarios, comedor, bases de cemento para los nuevos silos y trajimos agua y gas natural desde la ruta 33 para instalar una secadora de granos más silenciosa que permitiera bajar los decibeles. Hoy esos mismos vecinos que, junto a la Municipalidad, hicieron perder la fuente de trabajo a 20 padres de familia y no permitieron que trabajen otros 80 más, son los que están usando el agua y el gas que pagó mi empresa".
El empresario señaló que "el total de la inversión fue de 1.500.000 de dólares cuando estaba uno a uno, pero ese dinero está perdido porque el intendente Ramírez siempre nos rechazó para dialogar, por lo que realizamos un reclamo administrativo. Pero, en clara violación a la ley de municipios, hasta el día de hoy no contestó el pedido en forma administrativa. La vía judicial se ve truncada para que nosotros podamos ejercer parte del derecho positivo".
"La polución tiene que ser controlada por gente idónea -agregó-. A nuestra planta nunca vinieron a medir nada y nunca nos dejaron hacer nuestras mediciones con peritos, por lo que presentamos un recurso de amparo que todavía está en vías de tramitación ante la Cámara de Apelaciones y aún no tenemos respuesta judicial. El intendente se basa en una determinación en primera instancia que aún no está firme para impedir el funcionamiento de la planta, con lo que le niega el pan a un montón de familias".
Asimismo, Molinari contó que acudió al Concejo, donde "primero aprobaron la ordenanza para habilitarme por 90 días. El Ejecutivo la vetó, volvió al Concejo y se aprobó con una modificación: que pongamos árboles que crezcan en 90 días y poner un velamen circundante de 90 metros de mediasombra, con el riesgo de que representa ante un viento fuerte".
Finalmente, el empresario dijo que "esa fue la primera inversión en la zona y gracias a funcionarios como éste, será la última. Nosotros no negamos que apostamos para ganar dinero pero también creábamos fuentes de trabajo. Ramírez le negó el sustento a decenas de perecinos. A él lo votaron para que luche por el pueblo y los intereses de sus ciudadanos".



Las reformas en la planta de Pérez están paralizadas.
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