Miedo e inseguridad. Dos factores que sin duda están influyendo en la decisión de decenas de dueños de vehículos cuatro por cuatro o importados que, desde hace al menos dos meses, comenzaron a cambiarlos por modelos menos lujosos o directamente optaron por dejarlos durmiendo en el garaje. La idea es evitar por todos los medios algún tipo de ostentación que pueda derivar en un asalto o intento de secuestro. En las concesionarias de Rosario, la oferta de cuatro por cuatro usadas creció un 25 por ciento en el término de dos meses, al tiempo que la oferta de importados prácticamente se duplicó si se la compara con agosto del año pasado.
"La mayoría de los clientes nos comenta que les da miedo circular con este tipo de autos por las calles y por eso los cambian por modelos nacionales que llamen menos la atención", explicó un vendedor desde una agencia que se dedica básicamente a la compra y venta de modelos importados.
El caso de Laura prácticamente se encuadra dentro de esa situación. En la época del uno a uno, su marido compró una camioneta Mitsubishi cuatro por cuatro que ahora no se anima a sacar a la calle. "No somos gente de dinero, pero si andás en un auto así todos creen que tenés fortunas y nos da mucho miedo que nos pase cualquier cosa", admitió.
A raíz de esto, la camioneta "hace meses que duerme en la cochera" y la familia se moviliza en un auto de producción nacional. Es más, por estas horas Laura y su esposo analizan seriamente la posibilidad de venderla. "La verdad es que circulando en un vehículo así corrés un alto riesgo de que te asalten", confesó ella.
En la concesionaria Armin J. Reutemann, en tanto, también notaron la tendencia. Allí no son pocos los dueños de modelos importados como Audi o BMW que se acercaron a cambiarlos por autos nacionales.
"Generalmente el 70por ciento de los que optan por cambiar su importado lo hace por una cuestión de seguridad", admitió Diego Monalelli, uno de los vendedores de la concesionaria.
Un Audi A6 cero kilómetro tiene un costo de 60 mil dólares, algo así como 260 mil pesos. "Los usuarios de este tipo de vehículos están optando por no exhibirse tanto", admitió el vendedor.
Bajar el perfil
La consigna parece ser bajar considerablemente el perfil. Y para muestra sobra un botón: el día en que La Capital comenzó a realizar este informe, un importante empresario textil de la ciudad cambió su cuatro por cuatro por un auto de producción nacional. "No quería mostrarse mucho arriba de la cuatro por cuatro, tenía miedo de que le pasara algo a él o a su familia", reveló uno de los vendedores que lo atendió.
En Pesado Castro Motors también detectaron este cambio de actitud por parte de los dueños de vehículos importados. "Hay gente que está entregando autos del tipo BMW o Seat Toledo y está retirando vehículos cero kilómetro de producción nacional que son menos ostentosos", admitió uno de los vendedores de la concesionaria, al tiempo que subrayó que la mayoría lo hace "por seguridad. Los dueños de este tipo de autos generalmente se sienten inseguros. Nos dicen que viven muy alertas de que les pueda pasar algo por estar manejando un auto de ese tipo", explicó.
Si bien el mercado de las cuatro por cuatro y los importados no supera el 15 por ciento del parque automotor total de Rosario, ahora la inseguridad comenzó a achicar aún más ese segmento.
En la concesionaria Reutemann los datos no hacen más que confirmar los cambios de hábitos de los dueños de autos importados. Según informó un vendedor, en agosto del año pasado "solo había tres Audi usados ofrecidos para la venta". Por estos días, la oferta de ese tipo de vehículos llega "casi a la docena". Y en los últimos seis meses, la cantidad de autos que se recibieron para poner a la venta aumentó un 100por ciento.
Lo mismo sucede con las cuatro por cuatro. En Natalio ya detectaron un aumento del 25por ciento en la cantidad de este tipo de vehículos usados ofrecidos para la venta. El común denominador es el miedo de sus dueños a conducirlos por las calles de la ciudad.
En las cocheras, en tanto, ya son varios los importados que duermen desde hace algunas semanas. Con la inseguridad paseando por las calles, la ostentación de dinero parece no ser lo más aconsejable. El miedo se transformó en la vedete de estos tiempos violentos.
D.V.
La Ciudad
