El ídolo que le cantó a sus ídolos

"Soy tuyo" es el tercer disco en la carrera profesional de Luciano Pereyra. Sus placas anteriores fueron "Amaneciendo" y "Recordándote".
Aunque circula la leyenda de que Horacio Guarany lo descubrió en una peña de Cosquín -cosa improbable ya que el autor de "Puerto de Santa Cruz" no asiste a esos lugares en la "capital nacional del folclore"-, sí es cierto que fue el percusionista de éste, "Palito" Acuña quien lo habría recomendado al veterano cantante que hoy habita en Luján, la ciudad donde Luciano Ariel Pereyra nació un 21 de septiembre de 1981.
Los antecedentes de Luciano Pereyra se remontan a la época en que subía a los escenarios para aportar su voz de niño de seis años al trío Los del Regreso, un grupo folclórico lujanense liderado por Juan Angel Pereyra, su padre, quien sostenía el hogar familiar con su trabajo de pintor.
Volcado desde el comienzo a un repertorio de tono romántico que escapa frecuentemente de los ritmos folclóricos, Pereyra intentó desde su primera placa plasmar creaciones propias como "Chaupi, corazón".
Luciano es un ídolo de las adolescentes; en sus recitales despliega un carisma que no se corresponde con la timidez que muestra ante la prensa y sus interpretaciones se basan en prolijos arreglos y ejecuciones para una voz que no siempre muestra su verdadero potencial.
Cuatro años de carrera le bastaron a este cantante para ganar premios como los Consagración en los festivales de Jesús María y Baradero, entre otros. Y aunque no son exactamente premios, Pereyra considera como tales a las ocasiones en que cantó para su ídolo Diego Armando Maradona y ante el Sumo Pontífice, para quien interpretó el clásico de Gieco "Sólo le pido a Dios".