U. G. Mauro / La Capital
"Desde un punto de vista puramente individual, me siento un privilegiado. Es muy importante el apoyo que me da la compañía, pero por el otro lado, me siento muy preocupado al ver que este país no avanza. Es muy triste y doloroso ver cómo los amigos se van a vivir afuera. Yo no vivo en una burbuja y la dureza de esta realidad también me toca de cerca, pero tampoco me puedo permitir a esta altura, con 20 años, andar bajando los brazos", expresó a La Capital el cantante Luciano Pereyra, quien visitó Rosario para promocionar su tercer trabajo discográfico, "Soy tuyo".
-¿Qué es lo que distingue a "Soy tuyo" de tus producciones anteriores?
-En primer lugar, creo que tiene un mejor repertorio, con temas como "El viejo Matías" de Víctor Heredia y "No quisiera quererte" de don Horacio (Guarany) que ya son clásicos, junto con baladas y boleros que también son clásicos, aunque quiero sí o sí mantener esa impronta folclórica que llevo muy dentro mío.
-¿Cuáles son los temas no folclóricos a los que considerás clásicos?
-Canciones como "La distancia", de Roberto Carlos. En mis otros discos también había muchas baladas, pero nunca las había podido grabar como yo quería, ya que los arreglos eran muy acústicos, mientras que esta vez tienen un muy buen arreglo con orquesta de cuerdas y lo mismo pasó con los boleros.
-¿En tu caso grabar una zamba es un "volver a" o un "seguir" en las fuentes?
-Yo diría que es un seguir, porque ya lo hice en los otros discos y deseo seguir expresando de esa manera mi amor por la música de este país. Quiero incluir baladas porque eso es algo que me gusta hacer, pero expresarme así también me hace sentir cómodo.
-¿Qué músicos participaron?
-Trabajé sobre los arreglos que hizo "Cachorro" López, que además produce a Diego (Torres). Cuando me los mostró me asusté bastante, pero él consideró que aunque eran algo complicados yo los podía desarrollar bien. En el bajo conté con Guillermo Vadalá; Sebastián Schon puso teclados y programación. También colaboraron Ernesto Snajer y Jorge Giuliano -que trabaja conmigo desde el principio y es un gran arreglador- en guitarras.
-¿Cómo te llevás con la popularidad alcanzada y con el hecho de haber cantado ante el Papa?
-Seguro que algo me cambió. Lo del Papa fue algo y con respecto a la popularidad trato de mantenerme lo más cerca posible de lo que siempre fui, un tipo de 20 años de Luján que disfruta estando en casa con su gente. Sólo cambié en cosas cotidianas y me asombra al pensar todo lo que logré en una carrera de apenas 4 años en la que ya grabé tres discos. Pero soy el de siempre, repartido entre los afectos que necesito, el fulbito con los amigos, mi amor por Boca Juniors y separando lo personal de lo profesional.
-Tras estos cuatro años, ¿cuál creés que es el aspecto de tu profesión en el que más creciste?
-Nunca se deja de aprender. Pisar un escenario es aprendizaje, como lo es la intuición de probar cómo suena tal o cual cosa. Puntualmente, creo que mejoré mi voz desde aquellas primeras apariciones y otra cosa con la que estoy conforme es con haber empezado a componer y escribir mis canciones.
-¿No es demasiado arriesgado lanzar a la venta un nuevo disco en el marco de esta crisis económica?
- Desde un punto de vista puramente individual, me siento un privilegiado. Es muy importante el apoyo que me da la compañía, pero por el otro lado, me siento muy preocupado al ver que este país no avanza. Es muy triste y doloroso ver cómo los amigos se van a vivir afuera. Yo no vivo en una burbuja y la dureza de esta realidad también me toca de cerca, pero tampoco me puedo permitir a esta altura, con 20 años, andar bajando los brazos.
-¿Podés discriminar entre lo mejor de este disco y lo que más te gusta del mismo?
-Si un tema no me hubiese gustado, no lo hubiera incluido; esa etapa de mi carrera ya pasó. Por supuesto, con el tiempo a cada disco uno le encuentra los errores, como ya se los encontré a los anteriores. Por otra parte, si alguien me indica incluir una determinada canción y esa obra no me pone en algún momento la piel de gallina, no se la incluye. En este disco tengo un afecto especial por la versión del tango-canción de Carlos Gardel, "Cuando tu no estás".
-¿Quedaron muchas cosas afuera?
-No, porque generalmente escucho una canción, me imagino cómo la puedo llegar a transformar y así queda. Para grabar una canción debo enamorarme de ella.
-¿Cómo sigue la relación con tu padrino Horacio Guarany?
-Muy bien. Por supuesto él fue uno de los primeros en tener el disco. Hace poco estuve en su casa y cada vez que puedo me voy a charlar con él, un hombre con muchísima experiencia que siempre acierta en los consejos. El fue quien me enseñó la forma de disfrutar con este trabajo.
-¿Por qué creés que ya no se habla más de ciertas figuras del folclore que surgieron hace unos años?
-Creo que algunos artistas sobrevivieron no sólo por buenos sino porque tuvieron la suerte de contar con el apoyo de la gente. Creo que en definitiva mucha gente no alcanzó ciertas metas por culpa de una crisis que nos afecta a los periodistas y a los cantantes y a todos en general.
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