María del Carmen López de Barceló, esposa de un importante empresario sanjuanino, fue liberada ayer al mediodía por la policía de San Juan, que además detuvo a los tres captores que la tenían en su poder en una casa del barrio Solares de Otoño de la ciudad capital, después de 100 horas de cautiverio. La mujer, esposa de Eduardo Barceló, propietario de una cadena de estaciones de servicio de esa provincia, estaba retenida por tres hombres presuntamente oriundos de la provincia de Córdoba, uno de los cuales fue detenido cuando salió de la casa a hacer compras y los otros dos se entregaron ante las cámaras de televisión y el juez federal Leopoldo Rago Gallo.
Según el juez, los delincuentes integrarían una banda mucho más grande de características nacionales que operaba con un grupo en San Juan y otros en otras provincias, por lo que anticipó que "se buscan más integrantes".
La mujer dijo que estuvo permanentemente esposada, que no la dejaban hablar, que la alimentaban sólo con unas galletas por lo que creyó que la iban a matar.
Fue secuestrada en la mañana del viernes pasado de su casa de la ciudad de Rawson, a 15 kilómetros de la capital sanjuanina, y sus secuestradores, quienes se comunicaban con su esposo desde algún lugar de Buenos Aires, le exigieron 300 mil dólares. Al no contar con pruebas fehacientes de que su mujer estuviera viva, Barceló había ofrecido 50 mil pesos de recompensa por datos de su paradero. El empresario y jefe de la policía sanjuanina, Carlos Alcayaga, negaron que se haya pagado la recompensa exigida por los captores.
Las vinculaciones de este caso con otro similar ocurrido el mes pasado en Córdoba llevaron a la policía sanjuanina a trabajar en colaboración con la cordobesa con la asistencia de la Federal y de Gendarmería; durante los últimos cuatro días intercambiaron datos y realizaron diversos operativos en busca de la mujer.
María del Carmen fue hallada ayer con la misma bata y traje pijama que vestía cuando la sacaron de su casa, con una serie de vendas superpuestas en la cabeza para que no pudiera ver a sus captores y las manos atadas, en una casa presuntamente alquilada hace dos meses en el barrio Solares, en las afueras de San Juan.
Querían verse en televisión
Dos de los secuestradores, al quedar cercados por la policía, intentaron mantener a López en su poder para escapar hasta que optaron por pedirle a un camarógrafo del canal 8 de la televisión sanjuanina que registrara las imágenes de su entrega, como garantía de que no serían reprimidos. El camarógrafo Héctor España grabó a los secuestradores a cara descubierta, sentados de espaldas contra una pared mientras tomaban a la mujer del cuello y le apuntaban con el arma, hasta que finalmente decidieron entregarse.
María del Carmen se encontraba pálida e inmóvil sentada entre sus captores; uno de 35 años, con el pelo castaño claro casi rapado, de anteojos y tez blanca, y otro de características físicas parecidas, pero más alto, de cabello negro y más delgado.
Esas imágenes transmitidas por la televisión sanjuanina conmocionaron a los vecinos del lugar, quienes se acercaron hasta la casa 6 del barrio Solar IV para repudiar e intentar agredir a los captores.
Tras ser liberada, María del Carmen corrió al encuentro de su esposo, que la esperaba en la vereda. La mujer dijo que no aguantaba más la situación. "Temí que me fueran a matar", aseguró. "Prefería morirme antes de sufrir", explicó acongojada.
Con lágrimas en los ojos y abrazada a su marido, también les agradeció a las fuerzas de seguridad y "al pueblo de San Juan" porque, aseguró, "no me imaginé que se habían movilizado y preocupado tanto por mí". (DyN y Télam)