Año CXXXV
 Nº 49.570
Rosario,
miércoles  14 de
agosto de 2002
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Menem, Lole y el subibaja

Mauricio Maronna / La Capital

El rumor circuló ayer con fuerza en todos los ámbitos del PJ: Carlos Menem estaría dispuesto a bajarse de la candidatura si Carlos Reutemann se decide a pelear la interna. Aunque el principal operador del riojano, Alberto Kohan, lo descartó con énfasis, La Capital pudo saber que otros dirigentes cercanos al ex presidente manejan esa hipótesis. "Lo correcto es plantearlo así: Menem únicamente se bajaría si el Lole se sube", jugó con las palabras un menemista de pura cepa.
La semana pasada, en un encuentro que mantuvieron siete gobernadores peronistas con Eduardo Bauzá y Eduardo Menem hubo una feroz embestida de Felipe Solá hacia Eduardo Duhalde, a quien acusó de estar pateando todos los problemas del país con el único objetivo de reposicionarse en la provincia de Buenos Aires. En ese encuentro, otro de los mandatarios y actual precandidato a presidente, comentó: "Creo que con el despelote que tenemos en el peronismo, el único que sale ganando es (Adolfo) Rodríguez Saá. Tenemos que ir todos a pedirle a Reutemann que se deje de joder y salga a la cancha".
La Capital adelantó el domingo 4 de agosto el resultado de una encuesta de 1.000 casos realizada por la consultora Carlos Germano & Asociados que ubica a Rodríguez Saá como futuro presidente, pese a estar por debajo del Lole en imagen positiva.
"Ya tenemos esos datos, pero el Lole no aceptará ser candidato: no tiene estructura ni equipos para gobernar", confió el viernes el principal operador del fugaz ex mandatario.
Los dirigentes reutemistas siguen creyendo que sin el Lole en la grilla, Rodríguez Saá se convertirá en el peronista más votado, pero se sienten desautorizados: "¿Qué más podemos hacer? Salimos a plantear el operativo clamor y el Lole nos pegó una cachetada. Estamos perdidos como Menem en una asamblea barrial".
Reutemann retomará la semana próxima sus actividades al frente de la Gobernación. Durante su ausencia brotaron las polémicas y los insultos entre diputados y senadores de su riñón, además de la renuncia que el ministro de Salud, Carlos Parola, espera presentarle.
Los reutemistas tiemblan de sólo pensar que su jefe decida mantenerse en sus nones. Y se agarran la cabeza cuando se les sugiere que, además, podría alejarse de la política santafesina. El secreto sigue guardado en Llambi Campbell.


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