Un síntoma de la crisis. En Rosario ha decaído paulatinamente la cantidad de residuos que se recoge por día. Desde diciembre hasta julio último la basura que llegó al relleno sanitario disminuyó en un 12,76 por ciento, y de las 800 toneladas de promedio que se depositaban bajó a 670, según la Dirección de Política Ambiental municipal. Las dos grandes causas son el cirujeo y la recesión económica. "Esto no sucedió ni siquiera en la época de la hiperinflación", se sorprendió el titular del área, Claudio Censín. Es más, en aquella oportunidad aumentó la cantidad de residuos generados por los rosarinos. Esa tendencia se observa desde diciembre pasado y sigue en aumento, a pesar de que en marzo hubo un repunte. La empresa Lime, concesionaria del servicio de recolección de residuos en el sector que va de Pellegrini al sur, levanta unas 300 toneladas de basura menos por mes y en el primer trimestre del año dejó de recolectar unas 1.300 toneladas, según los cálculos de la firma. "Es notable cómo ha caído el nivel de residuos que se levantan en las calles y cómo subió en los basurales", destacó un gerente de Lime. Censín comentó que la zona más afectada es el centro -área a cargo de la empresa Cliba- porque la recolección se hace "a granel", ya que "las bolsas de residuos aparecen destrozadas" debido al accionar de los cirujas. "Ya no aparecen tanto los envases de plástico descartables", apuntó el funcionario a La Capital. Las autoridades municipales creen que hay dos razones para entender este fenómeno: la caída del consumo y la presencia de mayor cantidad de cirujas en las calles. El estudio oficial indica que los domingos y lunes son los días en los que mayor cantidad de basura se lleva al relleno. Los martes y jueves sucede lo contrario. El día de Navidad fue el que rompió los registros: se recolectaron 1.300 toneladas. Y la basura depositada aumenta en la primera semana del mes en relación a la última del mes anterior.
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