Año CXXXV
 Nº 49.569
Rosario,
martes  13 de
agosto de 2002
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Presión de los concesionarios para apurar los aumentos
El gobierno descartó una suba del 30 por ciento en tarifas
Empresas de electricidad advierten sobre un colapso de los servicios. Los sindicatos temen por el empleo

El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, aseguró ayer que el gobierno tiene "cuatro" condiciones "esenciales" para renegociar los ajustes de tarifas de los servicios públicos, y tras insistir en que el tema será debatido por consumidores, empresas, legisladores y defensores del pueblo, negó terminantemente la posibilidad de que se eleven en un 30 por ciento, como indicaron versiones periodísticas.
Sobre los requisitos para la renegociación, precisó que son los siguientes:
* Que no se resientan las prestaciones de servicios que puedan perjudicar a los consumidores.
* Que las empresas no tengan dificultades económicas, no quiebren, y se mantengan los compromisos de inversiones que se hicieron oportunamente.
* Que no haya despidos que puedan perjudicar a los trabajadores.
* Que las tarifas de los servicios sean "socialmente aceptables".

Ayer, las empresas distribuidoras de energía eléctrica de todo el país renovaron sus presiones sobre el Ministerio de Economía para lograr un incremento de las tarifas, al afirmar que no están "en condiciones de seguir asumiendo la responsabilidad" sobre el servicio que prestan.
En un comunicado titulado "Siete meses de espera", la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera) volvió a advertir que el servicio se tornará "inviable" si no se las autoriza a subir el precio.
"Los distribuidores no estamos en condiciones de seguir asumiendo la responsabilidad del servicio eléctrico, tal cual lo espera la ley y el contrato de concesión", afirman las empresas del sector y sostienen que los efectos de la devaluación sobre sus estructuras de costos y el mercado interno "harían inviable la normal operación" y que "sería imposible asegurar el abastecimiento y la calidad del servicio".
La entidad destacó que en algunas áreas del interior "ya se evidenciaron algunos síntomas" de la crisis por lo que estiman que de mantenerse la situación se ampliará el número de localidades afectadas. En este sentido, el jefe de prensa de Edenor, Alberto Lippi, advirtió que pueden producirse cortes de luz porque "los efectos de una inversión insuficiente no se ven sino después de bastante tiempo y cuando se nota la falta de calidad es muy tarde".
"Hay que invertir permanentemente", remarcó, pero como el componente principal de los cables se cotiza en dólares y debe ser repuesto, la empresa está en una situación muy difícil", agregó.
En el comunicado difundido por Adeera, la entidad afirma que "en el caso de no concretarse las medidas solicitadas, la responsabilidad por un eventual colapso del servicio eléctrico y la afectación de las personas será de quienes no hayan puesto en marcha las soluciones posibles que desde hace 7 meses Adeera y las empresas están proponiendo".
Las empresas sostienen que los costos de los insumos básicos se triplicaron porque responden en su mayoría a la evolución del precio de commodities como el cobre y el aluminio.
"En el primer semestre del año, los índices de morosidad producto del incremento de la pobreza aumentaron del 2 al 10 por ciento según el caso, con un incremento mayor en los organismos oficiales. Se incrementó notablemente el hurto de energía", advierten.
Los dirigentes de los sindicatos que integran la Confederación Argentina de Trabajadores de Empresas Privatizadas (Catap), solicitaron al gobierno nacional tener una "participación activa" en la discusión de un posible ajuste en las tarifas públicas reclamado por las concesionarias de los servicios de electricidad, gas, agua y telefonía.
En este orden, señalaron que un eventual ajuste tarifario "debería contemplar la situación de morosidad e imposibilidad de pago de la gente de menores recursos", para las que impulsan una "tarifa social".
No obstante, consideran que la mayor carga de una suba de tarifas "debería recaer en aquellos sectores de la producción que se vieron mas beneficiados por la devaluación".
Asimismo, los jefes sindicales advirtieron que "no se aceptará que halla despidos de personal" en las plantas permanentes de esas compañías "como una forma de resarcimiento económico, o incluso de presión al gobierno por parte de las empresas".
Los dirigentes de la Catep fueron recibidos cerca del mediodía en la Casa Rosada por el presidente Eduardo Duhalde y el jefe de gabinete, Alfredo Atanasof.
Luego de ese encuentro y durante su habitual conferencia de prensa, Atanasof señaló que las condiciones que pone el gobierno para renegociar con las privatizadas son "esenciales" y que por ello serán la "base" para encarar este proceso.
Por otra parte, salió al cruce de versiones periodísticas sobre supuestas estampidas en el valor futuro de las tarifas. "Vi titulares en diarios que anunciaban hasta un 30 por ciento de aumento, pero quiero decirles que no hay nada, absolutamente nada de eso", afirmó el jefe de Gabinete.



Duhalde recibió a los sindicalistas en la Rosada.
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