Las expectativas de reactivación como consecuencia de la excelente cosecha gruesa y de la devaluación, se vieron significativamente reducidas por el impacto de las retenciones al agro, por el aumento de los costos de los insumos agropecuarios y el colapso del sistema financiero. La producción del agro y las industrias frigoríficas y aceitera fueron los únicos motores de la actividad. Por el lado fiscal, se atenuó la caída en la recaudación, pero la sustancial reducción de las transferencias de fondos nacionales continúan complicando la situación. Así lo indica un estudio realizado por el Ieral Litoral de la Fundación Mediterránea, que analiza la evolución de la economía santafesina y la situación fiscal de la provincia en la primera mitad del año.
El estudio indica que a pesar del tan complicado panorama actual, la fuerte devaluación unida a la excelente cosecha gruesa -que superaría en un 8,6% a la campaña anterior-, aparecían como impulsores de una reactivación de la economía santafesina. Pero las elevadas retenciones a las exportaciones agropecuarias y los fuertes aumentos de los insumos agropecuarios como productos químicos y gasoil, unidos a la virtual desaparición de las operaciones bancarias normales, necesarias para el comercio exterior e interior, frenaron ostensiblemente esos impulsos. Así, se observa que la economía de Santa Fe exhibe una contradicción entre su potencialidad productiva y las incertidumbres y desestímulos creados por los desaciertos en la política económica (default, devaluación y pesificación asimétrica).
Los productores agropecuarios tuvieron una excelente cosecha, que unida a la devaluación del peso, podría haber generado un efecto reactivador de la economía por la importancia de los ingresos de los productores agropecuarios sobre la economía de la región y como estímulo de una mayor producción futura.
Sin embargo, la aplicación de retenciones del 20% a las exportaciones de productos primarios, subproductos y aceites oleaginosos, sumada al incremento de los costos, disminuyeron los incentivos para futuras producciones y provocaron dos comportamientos de parte de los productores y de la cadena de comercialización que empujan a la baja a la recaudación fiscal: la retención de las cosechas en los campos y el aumento de las ventas informales.
El estudio del Ieral, realizado por los investigadores Tulio Ceconi y María Fernanda Ghilardi, también apunta que a esta situación debe agregarse la profunda crisis del sistema financiero, que imposibilita la recreación del crédito en la economía, y que sumada a la falta de recuperación del consumo, dificulta las posibilidades de sustitución de importaciones destinadas al mercado interno.
Los sectores
El análisis de los indicadores económicos sectoriales y globales de Santa Fe en los cinco primeros meses de 2002, muestra que las únicas variaciones positivas estuvieron ligadas al sector agropecuario, en particular, a la producción de granos, las exportaciones de granos aceites y subproductos y la faena de ganado vacuno. Por otra parte, dado que los precios de los principales granos, a excepción del trigo, han aumentado en relación a los de la campaña 2000/01, se espera un significativo incremento del valor de la producción de granos.
Los indicadores vinculados al consumo, como las ventas de supermercados y la recaudación del impuesto a los ingresos brutos mostraron contracciones significativas. No obstante sus caídas han sido menores en la provincia que a nivel nacional.
Las industrias de alta incidencia en el nivel de actividad económica provincial, cayeron en promedio 13,4% en el primer semestre, un porcentaje inferior a la caída en el país que fue del 17,5%. Dentro de esos sectores la producción de aceites y subproductos fue la única que registró una variación positiva, mientras que la industria automotriz fue la que más se contrajo (-47,4%).
Por otra parte, la reapertura del mercado europeo para las carnes argentinas, sumado a los menores precios en dólares, significaron la reactivación de varios frigoríficos de la provincia de Santa Fe, que habían suspendido sus actividades durante el año pasado.
La faena de ganado vacuno aumentó 0,4% en la provincia, que sumado a los mayores precios internos se tradujo en un crecimiento del 18,1% en el valor de producción.
Las cuentas públicas
En este escenario, las cuentas públicas de Santa Fe a abril de 2002 muestran un superávit financiero de 54,7 millones de pesos. A pesar de que los gastos provinciales se redujeron 13,0% durante el primer cuatrimestre, su disminución fue insuficiente para contrarrestar la continua caída de la recaudación provincial.
Pese a que los precios al consumidor aumentaron 17,5% desde diciembre a abril de 2002, la recaudación disminuyó un 16,5% respecto al primer cuatrimestre de 2001. Asimismo, las transferencias del gobierno nacional fueron 36,8% inferiores a las del primer cuatrimestre de 2001.
En el mes de mayo comenzó a revertirse la caída en la recaudación de impuestos provinciales y lo mismo sucedió en junio, gracias al efecto de la inflación sobre ingresos brutos y la moratoria del inmobiliario.
El informe del Ieral señala que la provincia se ha visto afectada por la falta de cumplimiento del gobierno nacional en materia de transferencias y por el anuncio de default que originó la suspensión de los 180 millones de pesos del crédito otorgado por el Banco Mundial.
No obstante, si el gobierno nacional cumple con sus compromisos y se reafirma la tendencia que muestra la recaudación provincial en los últimos meses, la provincia de Santa Fe no tendrá dificultades para lograr la reducción del 60% del déficit, establecida en ese acuerdo.