Año CXXXV
 Nº 49.567
Rosario,
domingo  11 de
agosto de 2002
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Tiene 86 años y estudia abogacía en Santa Fe

Santa Fe. - A poco más de 56 años de sus primeros pasos académicos, un hombre de 86 rindió su primera materia en la carrera de abogacía en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y espera graduarse para trabajar gratis "en defensa de quienes no tienen acceso a la Justicia".
El último lunes, aprobó con un distinguido la materia historia institucional argentina, según relató con orgullo. Hipólito Delfor Peña, el estudiante más viejo del país, decidió terminar con su etapa de escribano jubilado y se inscribió en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, donde comparte las aulas con alumnos casi 70 años menores que él.
El veterano estudiante nació el 20 de julio de 1916 en Pehuajó, lejos de las bombas que entonces conmocionaban a la humanidad con el desarrollo de la Primera Guerra Mundial. Peña, quien retornó a su ciudad natal después de haber trabajado como maestro rural en el Chaco, viaja a Santa Fe sólo para presentarse a las mesas de examen, por lo que no tiene demasiado contacto con sus compañeros de estudio, en su mayoría, adolescentes.
Pese a los 600 kilómetros que lo separan de la capital santafesina, el estudiante eligió la UNL porque allí se recibió de escribano en la década del 50, cuando ejercía el magisterio. "Estuve 14 años de maestro en Chaco. La UNL me quedaba a cientos de kilómetros, y para rendir cada materia viajaba en un tren de segunda. Era lo más cerca que tenía en ese entonces", recordó Peña, quien tiene cinco hijos profesionales, 20 nietos y tres bisnietos.
La UNL, cuyos pasillos recorre hoy junto a su esposa Juana Ema Alcorta, su compañera desde hace 60 años, fue la única universidad que le abrió el camino para estudiar escribanía, en épocas en que Juan Domingo Perón comenzaba a gobernar la Argentina. "No era bachiller, sino maestro, y todas las universidades exigían un título de bachiller para poder seguir el estudio. Ahora volví a elegir la UNL porque me reconoce más de 12 materias de escribanía", explicó Peña con notable lucidez.

Desafío personal
Al justificar su decisión de retornar a los claustros académicos, Hipólito aseguró que "me jubilé hace 10 años y me cansé de estar de gusto. Me sobraba el tiempo paseando en Pehuajó, viendo TV, leyendo un poco. Mi cerebro quería otra cosa. Es un desafío personal", añadió.
Ahora sabe invertir el tiempo porque según él estudia casi seis horas por día, pero sus familiares dijeron que se queda con los libros al menos ocho horas diarias. En cuanto a sus planes, Peña adelantó que proyecta recibirse de abogado "antes de cumplir 90 años", y que le gustaría "montar un estudio jurídico gratuito en la Municipalidad de Pehuajó".
"Hoy en día hay mucha gente que no tiene cómo defenderse de las injusticias. No quiero un estudio jurídico para ganar plata. Sólo aspiro a que mi profesión me permita darle un carácter social a la tarea del abogado, y lo voy a hacer", aseguró. (Télam)


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