Diversas dificultades provocaron el cierre de la sala "La Trinidad Guevara" que Lauro Campos había inaugurado en abril del 2000. Según el director el estreno de "Es bueno...si acaba bien" es "casi una catarsis" porque a pesar de la dura experiencia de clausurar un proyecto que había llevado adelante con esfuerzo, logró "rescatar al grupo". "Cuando nos dijeron cuáles eran las nuevas condiciones para habilitar la sala fue lamentable. Cada año se sumaba otra ordenanza por la que pedían planos y equipamientos nuevos. Fue la época más hermosa y también en ciertos momentos la más dolorosa en mis 43 años de teatro, pero aprendí que es muy difícil ser artista y empresario". "El cierre de una sala es también el cierre de una fuente de trabajo -añadió el director- pero yo seguiré siendo un artista itinerante.No será la situación del país lo que me condicionará. Yo elegí salvar al grupo y está salvado".
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