Eugenia Langone / La Capital
"Corremos riesgo de quedarnos sin investigadores para el futuro porque los jóvenes se están yendo del país apenas se reciben y no regresan". Así, el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet), Eduardo Charreau, se refirió a "uno de los problemas más críticos" que tendrá que enfrentar la ciencia argentina la próxima década. El especialista en endocrinología molecular, ex director del Instituto de Biología y Medicina Experimental, y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), aseguró además que "la gente aún no ve el valor de la ciencia". En su paso por Rosario, admitió que "hay laboratorios que no son del todo apropiados", pero también aclaró: "El presupuesto del Conicet es de 180 millones de pesos, pero en lo que va del año se ejecutó apenas el 20 por ciento; contra 450 millones de pesos que necesitaríamos para llevar adelante un proyecto de expansión".
-¿Cómo impactó la crisis actual en el sector científico?
-No quedamos afuera de la crisis. El Conicet tenía un presupuesto de 180 millones de pesos, pero para el funcionamiento de las unidades de investigación apenas nos dieron el 20 por ciento del monto asignado, mientras que para llevar adelante un proyecto de expansión necesitaríamos 450 millones de pesos.
-¿Cómo los afectó la devaluación, sobre todo en la compra de insumos?
-Esa es una de las partes más críticas, porque los subsidios se han dado en pesos y el poder de adquisición está disminuido cuatro veces.
-¿Pareciera que el sector científico no ahorra reclamos, pero no logra que el Estado le dé el lugar que tendría que tener?
-El reclamo es permanente. Pero en esta sociedad la apropiación social de la ciencia ha disminuido. Y mientras el público general no entienda cuál es el valor de la ciencia y que también le puede permitir salir de la crisis actual, es difícil que las autoridades le dé posibilidades presupuestarias.
-Hay laboratorios que se inundan e institutos que funcionan en espacios reducidos, ¿por qué siempre está este déficit en infraestructura?
-Es cierto que hay laboratorios que no son del todo apropiados. Es que uno de los puntos críticos son los fondos de funcionamiento que tiene el Conicet. Acá está el ejemplo del Cerider (Centro Regional de Investigación y Desarrollo Rosario), que se empezó a construir y no tuvo continuidad.
-Se dice que el Conicet no está entregando subsidios, ¿cómo se puede hacer ciencia sin dinero para apoyar las investigaciones?
-Hubo llamados a subsidios nacionales, tanto de la Agencia Nacional de Formación Científica y Tecnológica como del Conicet. Es cierto que los del Conicet se cortaron porque el dinero que estaba presupuestado no fue enviado, pero se pagaron con el apoyo de la Secretaría de Ciencia y Técnica. Estamos negociando con el Banco Interamericano de Desarrollo, pero claro que es complicado investigar sin subsidios.
-¿Cómo ve la crisis de la universidad pública, teniendo en cuenta que es el lugar donde se forman los futuros científicos?
-Es un punto crítico. Las universidades sacan productos buenos, pero los jóvenes se van del país recién graduados y no queda ningún lazo para volver. Se van apenas recibidos y no regresan.
-¿Entonces corremos riesgo de quedarnos sin científicos para el futuro?
-Claro que sí, porque si queremos crecer en diez años necesitamos tener el doble de investigadores que tiene ahora el país. Y si se nos van antes, corremos el riesgo de que estén todos afuera.
-En un momento se habló de un plan para hacer retornar a los investigadores que están en el exterior, ¿es cada vez más difícil?
-Aun no teniendo sueldos iguales a los del extranjero, si el científico tuviera un lugar de excelencia y un sueldo digno, se quedaría.
-Y ese lugar de excelencia pasa también por el reconocimiento del valor de la ciencia que usted mencionaba...
-La gente aún no ve la importancia de la ciencia y que puede ayudar al crecimiento económico, porque los investigadores no son personas aisladas del mundo.
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