La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Indec confirmaron que la enfermedad coronaria es la primera causa de fallecimientos en la mayoría de países, incluida la Argentina, con un total aproximado de 96.000 decesos al año, seguida por el cáncer y las enfermedades del aparato respiratorio.
La cifra confirma la importancia de la afección como problema de salud pública, causada por la obstrucción de las arterias coronarias como consecuencia de depósitos de grasa en las paredes de la arteria.
Las arterias coronarias pueden obstruirse progresivamente debido a la acumulación de "placas" (conglomerados de colesterol, calcio, células) que se presentan con mayor frecuencia en pacientes de edad avanzada, fumadores, diabéticos, hipertensión arterial (presión alta), colesterol alto en sangre, o consumidores de dietas con alto contenido en grasas y azúcares refinados.
Si la obstrucción de la luz de las arterias coronarias es muy alta (más del 50 o 70%) impide el flujo fácil de sangre al corazón produciendo síntomas como dolor de pecho, dolor en la mandíbula o brazo izquierdo, sudoración, náusea o vómito.
Si estos síntomas son muy intensos existe una obstrucción completa, produciendo un infarto agudo de miocardio, que puede causar la muerte.
Factores de riesgo
Las causas de la enfermedad coronaria son de tres tipos: factores de riesgo modificables, inmodificables y los socioeconómicos. Dentro del primer grupo se encuentran la inactividad física, el colesterol elevado, la obesidad, el tabaquismo, el estrés, la hipertensión arterial y la diabetes.
Las condiciones socioeconómicas consideradas como factores de riesgo son la viudez, la pérdida de la estabilidad laboral, las mudanzas y la pérdida de un hijo. En último término, los factores de riesgo inmodificables son la edad, la influencia hereditaria y el sexo masculino.
Existen fundamentalmente tres formas de tratarla: preventiva, farmacológicas e invasivas. El tratamiento preventivo consiste en la modificación de los factores de riesgo del paciente por medio de terapias no farmacológicas, como cambios en la dieta alimenticia y ejercicio físico.
El manejo farmacológico (medicamentos orales) se aplica ante la imposibilidad de tratar la obstrucción mediante otro procedimiento o porque la lesión u obstrucción no es altamente riesgosa.
Finalmente, el tratamiento invasivo recurre a la intervención y manipulación directa del sitio de la obstrucción por medio de procedimientos para recuperar la luz arterial (angioplastia con balón, angioplastia con balón más stent y cirugía de derivación coronaria, también conocida como bypass).
Angioplastia
La angioplastia es un método para tratar la obstrucción de los vasos sanguíneos mediante la introducción de un balón o un stent dentro de la arteria coronaria. En Argentina se realizan unas 10.000 angioplastias cada año.
La novedad en este tipo de tratamientos mediante angioplastia está dada por la incorporación de los stents con drogas, que evitan una nueva obstrucción de la arteria (reestenosis).