El Instituto de Lucha Antipoliomielítica y Rehabilitación del Lisiado (Ilar) trabaja en un proyecto de diseño de tecnología destinada a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. El gestor de la idea es el bioingeniero rosarino Guillermo dos Santos, creador de un "mouse" controlado por el movimiento de los ojos.
Todo comenzó en la Universidad de Entre Ríos, donde dos Santos, ex paciente de Ilar, diseñó junto con Gustavo Sevillano un dispositivo que detecta el movimiento de los ojos y emite una señal de control para ordenar al puntero de la computadora que se desplace en una determinada dirección. Las señales recepcionadas por el prototipo que vincula a la persona con la máquina (interfaz) permite a aquellos cuyos miembros están inmovilizados utilizar una computadora, comunicarse, recibir educación, trabajar, recrearse y controlar los dispositivos de su casa. El dispositivo fue el proyecto final de la carrera de Bioingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos, declarado de interés parlamentario por la Cámara de Diputados de la Nación.
Del proyecto denominado "Desarrollo de tecnologías para la equiparación de oportunidades" participa personal de Ilar, entre otros, médicos, psicólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, trabajadores sociales y enfermeros, con el objetivo de trabajar para que aquellas personas que tienen una deficiencia puedan mejorar su calidad de vida, aumentar su comunicación e integración y obtener independencia.
"La tarea será captar las necesidades para luego resolverlas mediante equipos adaptados a cada persona", dijo a La Capital dos Santos, quien además ejercerá la representación local del Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación (Camac), que funciona en Buenos Aires, a cargo del ingeniero Luis Campos (ver recuadro).
Ayudas técnicas
El proyecto se basa en dos grandes líneas de trabajo: el diseño universal y las ayudas técnicas. El primero apunta a que los productos sean diseñados para ser utilizados por todas las personas. "Hoy se utilizan medidas ergonómicas estándares para fabricar productos que se acomodan a las necesidades del 90% de una población determinada, en la que no están incluidos los niños, ancianos, mujeres embarazadas, zurdos o personas con discapacidad. En cambio, el diseño universal tiende a que el producto tenga un 100% de utilidad, de manera que sea accesible para todos", aclaró dos Santos.
El segundo lineamiento apunta a informar sobre los beneficios resultantes de la incorporación de tecnología a la vida diaria. "No sólo se trata de crear equipos para discapacitados", aclaró dos Santos.
Los diseños se harán teniendo en cuenta los materiales disponibles en el país y los recursos humanos y tecnológicos locales. También se rediseñarán y fabricarán elementos que actualmente provienen del exterior, con la finalidad de hacerlos accesibles a la realidad nacional. El trabajo incluye el asesoramiento a empresas para la fabricación de equipamiento con la concepción de diseño universal.
Para que el proyecto sea viable es necesario el financiamiento de sponsors (empresas interesadas en avalarlo) que colaboren tanto con donaciones en dinero como con elementos básicos. "La idea es que la gente de Rosario posea un lugar de referencia donde consultar sobre tecnologías utilizadas por personas con discapacidad", agregó dos Santos. En Ilar, Ocampo esquina Paraguay, los miembros del proyecto atienden las consultas y reciben gustosos el apoyo de aquellos interesados en colaborar con el emprendimiento.
La Ciudad
