Las siete mujeres excomulgadas por el Vaticano dijeron ayer desde Munich, que esperaban esa reacción, porque "la Iglesia en estos dos mil años no ha aprendido a tener capacidad de diálogo", indicó su portavoz, la teóloga alemana Gisela Forster. "La Iglesia Católica Apostólica Romana siempre ha mostrado que no puede ni quiere dialogar, y el Vaticano es consecuente con esta postura", señaló Forster en sus primeras declaraciones tras conocer la decisión del Papa Juan Pablo II. "El Vaticano no nos escribe, no nos comunica sus resoluciones ni contesta las cartas que le escribimos", afirmó la teóloga que representa en Alemania a las siete mujeres ordenadas el pasado 29 de junio por el arzobispo argentino Rómulo Braschi, con autorización de la Iglesia Católica Apostólica Carismática Jesús Rey. Braschi, quien nunca fue excomulgado ni expulsado de la Iglesia Católica Romana, ordenó a las mujeres siguiendo el tradicional rito de esta institución religiosa y la sucesión apostólica de San Pedro que le fue conferida por otros dos obispos católicos. Las siete mujeres recurrirán ahora el decreto firmado ayer por el cardenal Joseph Ratzinger. Se sienten "obligadas a dar este paso, porque su lucha de décadas en favor de la igualdad de derechos de la mujer no ha logrado ningún avance ni con palabras ni por escrito", afirmó la teóloga Iris Mller. Ahora comienza para estas mujeres "la verdadera lucha. Vamos a apelar el decreto de excomunión. Tenemos el derecho de no aceptarlo, según la ley canónica, y así lo haremos", agregó. Las siete mujeres creen contar con el respaldo de "millones de mujeres en todo el mundo que también se sienten discriminadas" por la Iglesia Católica Romana. (AFP)
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