Adrián Taccone
El tenis es hoy en día un "oasis en el desierto" dentro del contexto deportivo argentino, debido a sus múltiples logros alcanzados tanto en el campo individual como colectivo, y que hace recordar las épocas de gloria lideradas por el legendario Guillermo Vilas. Mientras el fútbol sigue lamentando la eliminación del Mundial de Corea/Japón, el vóleibol masculino trata de encontrar un rumbo luego de quedar afuera en la fase inicial de la Liga Mundial, el básquet espera el campeonato de Indianápolis, y el automovilismo no encuentra referentes en el plano internacional, es el tenis el que puso a la Argentina en la consideración general. El magnífico logro de Guillermo Cañas en el Masters Series de Toronto, el domingo, fue un eslabón más en la cadena de éxitos que los tenistas argentinos vienen cosechando en el circuito internacional. Argentina es hoy, junto a España y Estados Unidos, el que más títulos ATP consiguió esta temporada, con siete, además de haber colocado finalistas en torneos tan importantes como Wimbledon, donde David Nalbandian perdió ante el número uno del ránking, el australiano Lleyton Hewitt. Cañas ya se apoderó de los títulos de Chennai y Toronto; Nalbandian ganó en Estoril; Gastón Gaudio hizo lo propio en Mallorca y Barcelona; Juan Ignacio Chela triunfó en Amersfoort y José Acasuso en Sopot, en el plano masculino individual. A estos números hay que agregarles ocho torneos challengers conseguidos por tenistas argentinos durante 2002, y el título femenino conseguido por Mariana Díaz Oliva en Palermo. Sin embargo, no hay que olvidarse de lo realizado por los tenistas argentinos en la faz colectiva, ya que el país se adjudicó el Campeonato Mundial por Equipos de la ATP disputado en Duesseldorf, y alcanzó las semifinales de la Copa Davis, instancia por la que en septiembre próximo deberá visitar a Rusia. El excelente momento tenístico se refleja en el hecho de que cuatro argentinos están entre los 25 primeros del ránking: Guillermo Cañas (12º), David Nalbandian (15º), Gastón Gaudio (21º) y Juan Ignacio Chela (25º). Pero si se toman en cuenta los 100 primeros lugares del ránking mundial se verá que Argentina tiene además otros cuatro jugadores: Mariano Zabaleta (32º), Agustín Calleri (46º), José Acasuso (59º) y Guillermo Coria (94º). Cañas podría ser, si mantiene su regularidad, un top ten en algunas semanas, algo inédito para un tenista argentino desde 1989, cuando Alberto Mancini alcanzó ese preciado sitial. Además, se encuentra séptimo en la Carrera de Campeones, una posición que en este momento le daría acceso a la Copa Masters de Shanghai, que disputarán al cierre de temporada los ochos mejores. De esta manera, dentro del irregular contexto deportivo argentino, el tenis es una suerte de oasis en el desierto, que gana la primera plana de los diarios locales cada fin de semana. La mejor temporada para el tenis argentino fue la de 1977, cuando se consiguieron 17 títulos -dos de ellos de Grand Slam- y Guillermo Vilas peleaba entre los mejores del mundo. Y Argentina no vivía un momento tan exitoso desde 1989, cuando sus tenistas consiguieron nueve títulos y tenía un top ten, algo que podría repetirse, e incluso superarse, en la presente temporada. (DPA)
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