Los curas que tienen a cargo comedores comunitarios volvieron a reclamar más dinero para comprar los alimentos y dijeron que todavía no llegó la ayuda prometida por el gobierno. El padre Joaquín Núñez relató hace algunos días que en su comunidad (San José Obrero) se había dejado de comprar pan y que los chicos desayunaban sólo con mate cocido. "La cosa sigue hoy casi igual", agregó durante las últimas horas. Es que la difusión a través de los medios logró que muchos vecinos se solidarizaran, por lo que se consiguió algo de pan y otras mercaderías. "Los representantes del gobierno no han hecho nada", repitió el sacerdote. Por su parte, el cura de San Vicente de Paul, Claudio Castriccone, dijo que las raciones que reparte siguen adquiriéndose en parte con 400 pesos mensuales que envía la secretaría de Promoción Social de la Municipalidad. Eso alcanza para dar de comer tres veces por semana, y durante 15 días, a 500 personas, a un irrisorio promedio de 13 centavos por ración.
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