José Manuel de la Sota obtuvo su primer apoyo político importante de manos del gobernador bonaerense, Felipe Solá, aunque éste descartó toda posibilidad de acompañarlo en la fórmula al confirmar su pretensión de ser reelecto en Buenos Aires. Tras un desayuno de trabajo, Solá señaló que su par cordobés "cuenta con toda mi simpatía y puede contar conmigo y con mi apoyo", pero aclaró que "como gobernador" no intervendrá en ninguna campaña electoral ni manifestará ninguna preferencia "porque hay que proteger la gobernabilidad". Sin embargo, consultado si de la misma manera que recibió a De la Sota, también recibiría a Menem, Solá expresó que el ex presidente "ya hizo un acto político en nuestra provincia e instaló como candidato a un hombre ajeno al justicialismo, por esa razón no tengo la misma afinidad ni vocación para recibirlo". De la Sota negó haber pensado en renunciar a su precandidatura presidencial, dijo sentirse "acompañado" por su par santafesino, Carlos Reutemann, y relativizó las encuestas que lo dan con bajas preferencias electorales al señalar que "las encuestas son una foto de la realidad momentánea y yo estoy acostumbrado a hacerlas variar".
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La Ciudad
