El gobierno uruguayo debió postergar anoche los anuncios de nuevas medidas económicas debido a la falta de acuerdo parlamentario en torno de su proyecto para reprogramar los depósitos de la banca pública. En medio de una fuerte tensión, con nuevos intentos de saqueo en Montevideo, el ministro de Economía oriental, Alejandro Atchugarry, busca el consenso que le permita anunciar hoy su plan de reestructuración financiera y definir si el lunes levanta el feriado bancario.
La agitación en la otra orilla del Plata contrastó con la recuperación de los mercados brasileños, donde el real se recuperó frente hasta situarse en los niveles de la semana pasada, previo a una seguidilla ininterrumpida de jornadas bajistas. La percepción de que es inminente un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional descomprimió la plaza bancaria de ese país y su efecto llegó a la Argentina, donde la moneda estadounidense bajó levemente.
En el cierre de una de las peores semanas para el cono sur, el foco de presión se mantenía en Uruguay, donde a la crisis financiera que llevó al gobierno a ordenar el primer feriado bancario en 70 años, se sumó el estallido social y una creciente tensión política.
Montevideo amaneció ayer "tomada" por las fuerzas de seguridad, desplegadas para prevenir los saqueos que sacudieron a la ciudad el día jueves. El amplio operativo no alcanzó para impedir que ayer se registraran nuevos incidentes en algunos barrios comerciales. El gobierno uruguayo comenzó duras negociaciones con los dirigentes de los partidos Blanco y Frente Amplio, para lograr la rápida aprobación en el Parlamento de un proyecto de saneamiento del sistema financiero que en los hechos implica la instauración de un corralito parcial.
La norma promueve una reprogramación a tres años de los fondos depositados en los bancos públicos uruguayos y en las entidades privadas que fueron intervenidas por el Estado. De hecho, este congelamiento afectaría a la mayoría de los ahorristas del país vecino, que tienen su plata en entidades oficiales, principalmente el Banco República. La banca privada, fundamentalmente, se ha dedicado a captar fondos de empresas y de argentinos que fugan su dinero al extranjero.
Los contactos entre los funcionarios del gobierno de Jorge Batlle se intensificaban con la conducción de sus socios del Partido Nacional y la centroizquierda representada por el Encuentro Progresista-Frente Amplio. La dureza de las negociaciones se puso en evidencia con la postergación de una esperada y crucial reunión de Atchugarry con las comisiones de Hacienda de ambas cámaras del Congreso.
Según voceros del Ministerio de Economía, el encuentro fue suspendido hasta hoy, a la espera de que el gobierno obtenga más precisiones sobre el tipo de ayuda que está dispuesto a otorgar el Fondo Monetario Internacional.
El jueves, el vocero del organismo, Thomas Dawson, respaldó al Ejecutivo uruguayo pero desalentó las expectativas de una pronta ayuda financiera, destinada a solventar la reestructuración bancaria. Sin embargo, rumores provenientes de Washington resucitaron el optimismo oficial. Se señaló que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos estaría dispuesto a girar recursos pro 1.500 millones de dólares a través del Fondo Monetario. Un cambio de expectativas abonado por la sorpresiva convocatoria a una rueda de prensa por el embajador de Estados Unidos en Montevideo, Martin Silberstein, quien reiteró la disposición de su gobierno a otorgar ayuda financiera.
Voceros de Atchugarry se mostraron confiados en el que proyecto de ley para la reestructuración bancaria será discutido el fin de semana en el Parlamento, de modo de que el nuevo esquema financiero comience a regir el lunes. Sin embargo, representantes de la oposición no se arriesgaban a anticipar que la semana próxima se inicie sin feriado bancario.
En tanto, como si se hubieran paralizado ante la agudización de los conflictos sociales, los indicadores financieros se mantuvieron en casi las mismas cifras que ayer: el riesgo país subió apenas un punto, hasta las 2.622 unidades, y el dólar se mantuvo estable en los 28 pesos.
El real volvió en sí
La contracara de la incertidumbre política y económica uruguaya fue Brasil, cuyos mercados repuntaron por segundo día consecutivo luego de una semana de fuertes caídas. El real se apreció 4,6% y cerró a 3 unidades por dólar. Consolidó el rebote del jueves, cuando comenzó a remontar la cuesta de ochos días de incertidumbre.
La perspectiva de un rápido acuerdo de "urgencia" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) impulsó el cambio de clima. La Bolsa de San Pablo cerró con una suba del 0,95%.
Aunque los candidatos con más chances a ganar las elecciones presidenciales se niegan a firmar por anticipado un compromiso fiscal con el Fondo Monetario Internacional, la mayoría de los analistas consideran que las negociaciones para un desembolso de urgencia terminarán antes del 12 de agosto.
La suba del real impactó en Argentina, donde el dólar libre cerró en la city porteña a 3,66 pesos. Los operadores coincidieron en señalar que fue una jornada tranquila, a la que contribuyó la venta de dólares que realizó el Banco Central.