El gobernador Carlos Reutemann reiteró ayer por enésima vez que "no es candidato a nada" y desautorizó cualquier tipo de versión sobre su posible participación en la interna peronista. El Lole se vio obligado a romper el silencio luego de que su figura fuera instalada nuevamente en el mapa electoral con el denominado operativo retorno y después de que el gobierno, a través de Aníbal Fernández, mostrara signos de malestar y presión por los supuestos cabildeos del santafesino que, en su opinión, están dañando las chances de "otros" postulantes justicialistas.
"No se puede estar dando vueltas in eternum", fue una de las frases que eligió el secretario general de la Presidencia para presionar elegantemente a Reutemann a tomar una decisión definitiva sobre si participará o no de la carrera presidencial.
Un mes antes, cuando el Lole mantenía en suspenso su postulación, Fernández se había pronunciado menos diplomáticamente: lo tildó directamente de "cagón".
Las declaraciones de Fernández se produjeron en una jornada donde se sucedieron datos imposibles de desvincular unos de otros: la divulgación de una encuesta que daría a Reutemann ganador en primera vuelta, la baja performance de José Manuel de la Sota, el creciente deterioro de la imagen de Carlos Menem, la propuesta de un empresario para apuntalar la candidatura del Lole y las versiones de que el gobernador podría rever su posición.
Pero, como hace veinte días atrás, Reutemann desactivó las especulaciones con otra rotunda negativa. Ayer, luego de ver que los diarios y revistas lo ubicaron nuevamente en escena, tomó el teléfono y llamó a la agencia Télam de Santa Fe para aclarar que no existe una variación en su determinación.
"Nunca fui candidato ni lo soy en este momento. No hay ningún operativo en marcha, ni reuniones, ni contactos especiales", se despachó escuetamente desde el bucólico Llambi Campbell.
El apuro de Reutemann por salir a relativizar el operativo clamor parece dirigido a actores bien precisos: los dirigentes del peronismo santafesino que todavía no pueden digerir su negativa a ser precandidato y al propio De la Sota, dándole a entender que él no pondrá piedras en su ya minado camino electoral.
Algo de eso había sugerido Fernández cuando, horas antes de su negativa número 42, dijo que la actitud pendulante del Lole "no le hace bien ni a él ni al partido", y que si finalmente no va a dar pelea interna "que deje que sean los otros los que puedan tomar la estatura para poder competir dignamente".
En verdad, no fue Reutemann el encargado de encender nuevamente las expectativas que se habían generado en torno a su candidatura. Por distintas vías, empresarios y dirigentes peronistas se esmeraron en amplificar el posible retorno a las pistas.
El empresario Francisco de Narváez, de la Fundación Creer y Crecer, repartió elogios hacia su persona, a tal punto que lo señaló como el único candidato creíble y hasta le ofreció el programa que había elaborado para Mauricio Macri si éste se decidía a pelear por la Presidencia.
El diputado Jorge Obeid se cansó de decir que el espacio que había dejado Reutemann con su negativa no lo llena nadie y el senador Oscar Lamberto admitió que "algo espontáneo" se estaba gestando y que podía hacer rever su decisión.
Obligado a contestar
Otra vez, sin hacer nada, Reutemann fue tapa de revistas y ocupó los espacios centrales en la interna del PJ. Por eso, ayer desautorizó cualquier versión sobre su posible participación en las presidenciales.
"Les reitero, no soy candidato a nada y me mantengo en mi postura", aseveró a la agencia oficial de noticias, y añadió que "por el momento" su preocupación pasa por gobernar correctamente la provincia y restablecerse de la intervención quirúrgica en el tendón de Aquiles, a la que fue sometido hace unos días.
Pero si su resistencia inquebrantable no deja margen para las dudas, ayer apareció otro dato positivo para quienes alientan su retorno. El sociólogo Artemio López, de la Consultora Equis, dio a conocer una encuesta en la que reflejó que si Reutemann fuera candidato ganaría en primera vuelta, con una considerable ventaja sobre todos los demás postulantes.
No obstante, López aclaró que en este sondeo Reutemann no fue medido porque "no es un escenario real" en estos momentos debido a su negativa.
"No me cabe dudas que si Reutemann se instala como candidato va a ser el más votado. En encuestas previas a su negativa, nos daba que Reutemann iba a ganar en primera vuelta por más de 20 puntos y creo que, en este momento, eso lo repetiría ya que es la figura con la mayor imagen positiva", agregó el analista.
La misma encuesta registró una caída en la intención de votos para Menem, un estancamiento de Elisa Carrió (aún la más votada), un leve ascenso de Luis Zamora y la imposibilidad que De la Sota despegue en las preferencias.
López atribuyó la caída en la imagen de Menem al impacto que provocaron las denuncias de una cuenta bancaria en Suiza y su presunta vinculación con el atentado a la Amia.
En tanto, De la Sota, quien hoy desembarcará en la provincia de Buenos Aires, sólo registró una leve suba de 1,5 a 2 puntos de intención de voto desde que lanzó su precandidatura. Muy poco para mover el amperímetro.
La Ciudad
